La mujer que planta cara al Brexit
EL SUPREMO HA DADO LA RAZÓN A ESTA EMPRESARIA Y EXMODELO PARA QUE EL BREXIT LO RATIFIQUE LA CÁMARA BAJA
Se describe a sí misma como alguien que no hace campaña ni a favor ni en contra del Brexit pero ha sido la persona que ha puesto al Gobierno británico contra las cuerdas y gracias a ella será el Parlamento y no el Ejecutivo quien tenga la potestad para iniciar el proceso de desconexión con Europa con la invocación del artículo 50 del tratado de Lisboa.
Gina Miller, 51 años, exmodelo y ahora mujer de negocios y filántropa. Es alguien que no deja indiferente. Seguida por muchos, no tan querida por otros que le han otorgado el apodo de “la araña viuda negra”, presentó ante el Supremo de Justicia junto a Deir dos Santos, un peluquero de 37 años, una petición apoyada en internet por miles de personas, para demandar que se respetaran lo que en su opinión son los cauces constitucionales.
Tras ganar el caso en la corte, Miller apareció triunfante y elegantemente vestida ante los periodistas y se mostró satisfecha por “haber devuelto el poder a los ciudadanos de a pie”. Reconoce que los británicos dijeron claramente en el referéndum del 23 de junio del 2016 que quieren estar fuera de la Unión Europea, pero considera que ello debe ser aprobado por el Parlamento elegido democráticamente. “Esto no va de política, va del imperio de la ley”, declaró.
La mujer que se conoce hoy en día poco tiene que ver con la que vino al Reino Unido cuando era una niña. Procedente de la Guayana, llegó a la edad de diez años a Brighton, sur de Inglaterra, con su hermano. Más tarde trabajó como limpiadora en hoteles y restaurantes, mientras su hermano fregaba los platos en la cocina.
Su belleza mulata le permitió trabajar también como modelo para mejorar la economía familiar y poder estudiar Derecho en Londres. A los 20 años se casó con su primer marido y tuvieron una hija, que tiene dificultades de aprendizaje. Actualmente tiene 28 años, aunque su edad mental es inferior. Su madre asegura que es una “gran inspiración” y una chica con “una extraordinaria inteligencia emocional”.
Pronto llegó el divorcio de su primer esposo y su segundo matrimonio con el financiero Jon Maguire, de quien también se acabó separando. Maguire se presentó a las elecciones en el 2010 representando al grupo de extrema derecha antieuropeo English Democrat Party. Ahora Miller ha explicado que su marido la maltrataba y que la fuerza que sacó en esos momentos le ha inspirado a llevar al gobierno a los tribunales por su posición sobre el Brexit.
Una vez acabado su segundo matrimonio se casó en el 2005 con el ejecutivo de la City Alan Miller, un genio de los fondos de inversión que tiene una fortuna estimada en 30 millones de libras (unos 34 millones de euros) con quien tuvo dos hijos. La pareja creó en el año 2009 el fondo SCM Private y tras la crisis fundaron una organización caritativa llamada True Fair, que se dedica a hacer campaña a favor de la limpieza en las prácticas financieras de la City, ya que Miller se declara como una defensora del “capitalismo con conciencia”. Destacan también sus labores de filantropía como por ejemplo su apoyo financiero al Royal Hospital de Chelsea, en Londres.
Su campaña sobre el Brexit en los tribunales no ha sido fácil. Muchos ven en ella a una mujer que tiene como único objetivo la búsqueda de las cámaras, la fama y el prestigio social. Durante el proceso judicial denunció que recibió amenazas de muerte e insultos a través de internet. Ella misma los detallaba en una entrevista en The Mail
on Sunday. “Hay que violarla, es una bruja, que se quede en la cocina fregando suelos, las mujeres negras no deberían mostrar su cara en público, hay que tirarle ácido en la cara”, dijeron.
Pero, a pesar de las amenazas, se mostró serena. “Puedo decir que no le temo al peligro porque he tenido experiencias horribles en el pasado y soy víctima de violencia de género”, explicó refiriéndose a su segundo marido.
“Haber sobrevivido te hace ser inmune al miedo, y he sobrevivido por una razón: sé quien soy ahora y puedo hablar alto y claro cuando pienso que las cosas no se han hecho bien”, dijo. Creyó que el Gobierno británico no actuó correctamente y su empeño ha hecho que los tribunales le dieran la razón.