Olivos en peligro
Una plaga vegetal pone en peligro la vida de los olivos de Mallorca y Eivissa.
La propagación de la Xylella fastidiosa mantiene en vilo a los payeses de Mallorca y Eivissa. Temen que miles de árboles tengan que ser arrancados para evitar que esta peligrosa plaga vegetal continúe su expansión por el archipiélago. En pocas semanas se han detectado casi un centenar de casos positivos y ello ha obligado a talar casi dos mil árboles, plantas y arbustos. Todo ello en aplicación de un protocolo de la Unión Europea que, en el caso de Italia, obligó a arrancar más de dos millones de olivos afectados por el conocido como “ébola de los olivos”. En Baleares, la bacteria se ha extendido con más fuerza y afecta también a almendros cerezos y adelfas.
De momento la mayoría de los casos han sido localizados en Mallorca, si bien la conselleria de Agricultura y Medio Ambiente ha podido detectado una veintena de casos en las Pitiüses. Esta misma semana técnicos del Govern hicieron un seguimiento en Menorca para comprobar el alcance real de la plaga en la única isla que, por el momento, parece haberse librado de una enfermedad mortal para los árboles.
Por ahora no existe ningún tipo de tratamiento fitosanitario que permita erradicar esta bacteria. La única solución es arrancar el árbol y su posterior incineración. Una solución extrema que ha puesto en pie de guerra a los agricultores, que temen pérdidas millonarias si la plaga sigue ganando terreno al ritmo que lo ha hecho hasta la fecha.
En pocas semanas, y tras el primer caso detectado en un vivero de plantas ornamentales situado en Portocristo, se ha extendido hacia la zona central y sur de Mallorca. A su paso, además de los olivos, otras especias han dado positivo. Así, polígalas, acebuches y ciruelos han sido infectados.
Un panorama desolador que ha obligado al Govern balear a poner en marcha un protocolo de contención. Las autoridades locales han optado por intentar controlar la plaga y no erradicarla. Esta diferencia se sustenta en que la tala masiva de árboles comportaría pérdidas millonarias para el sector primario. No sólo eso, la normativa comunitaria exige eliminar todas los árboles susceptibles de ser infectados en un radio de 100 metros de un árbol infectado. Ello comportaría un impacto para el entorno de proporciones enormes. Así las cosas, el Govern ha decretado el archipiélago como zona afectada y se dictamina el protocolo de contención durante un año. También se ha solicitado al Gobierno central y a la UE establecer dicho protocolo en las islas y no el de erradicación.
De momento, la plaga se concentra únicamente en las islas. Baleares es la primera y única zona de España donde la bacteria ha sido localizada. Se ha extremado el control de importación y exportación vegetal en los puertos, y ya se han inmovilizado algunas partidas. Una veintena de olivos y otros diez naranjos fueron detectados en el puerto sin su correspondiente certificado fitosanitario. En Catalunya, Agricultura activó hace unas semanas un plan de vigilancia en las Terres de l’Ebre, aunque hasta el momento el muestreo ha dado negativo.
El ébola de los olivos también ha llegado al debate político en Baleares. El sector agrícola acusa al conseller de Medio Ambiente, Vicenç Vidal, de falta de transparencia. El Ejecutivo sostiene que ha actuado de manera rápida y eficaz. Los payeses, sin embargo, no lo ven así. En un intento de apaciguar los ánimos, Vidal comparecerá esta semana en el Parlament para dar explicaciones y detallar sus planes para combatir una plaga que puede resultar letal.
En pocas semanas se han talado casi 2.000 árboles por una bacteria que ya afecta a cerezos y adelfas