La Vanguardia

Merkel encabeza las críticas de la UE al cierre fronterizo

París y Londres piden explicacio­nes y Canadá se ofrece a acoger más refugiados

- BERLÍN Redacción y agencias

Los principale­s países europeos, con Alemania al frente, criticaron ayer sin paliativos la orden de Trump de cerrar las fronteras a los ciudadanos de siete países de mayoría musulmana. Un clamor que se extendió a naciones de todo el mundo.

La cancillera Angela Merkel fue de las más tajantes al rechazar el decreto: “Estoy convencida de que la guerra contra el terrorismo no justifica que se coloque bajo sospecha generaliza­da a personas en función de una determinad­a procedenci­a o religión”.

Incluso la británica Theresa May, pese a la “relación especial” con la nueva Administra­ción americana que acababa de ratificar en su visita a Washington, se vio obligada a pedir a sus minismy tros de Asuntos Exteriores, Boris Johnson, y de Interior, Amber Rudd, que llamaran a sus homólogos para clarificar en qué punto afecta la decisión de Trump a sus ciudadanos.

May había callado las primeras horas tras conocerse la noticia. Sin embargo, el hecho de que un parlamenta­rio de su propio partido y de origen iraquí hiciera público que no podría viajar a Estados Unidos desató la polémica. Otros parlamenta­rios tories se unieron a las críticas, lo que le obligó a hacer un comunicado. “No estamos de acuerdo con este enfoque y no vamos a tomar una decisión así ”, señaló.

El alcalde de Londres, Sadiq Khan, el primer musulmán en llegar a ese puesto, calificó la ley de “vergonzosa” y “cruel”. Mientras, el líder laborista británico, Jere- Corbyn, fue más allá y exigió cancelar la visita Trump al Reino Unido hasta que se levante la nueva medida estadounid­ense contra los musulmanes

Johnson, que fue uno de los abanderado­s del Brexit y de poner fin a la libre circulació­n de personas, no obstante fue claro al señalar que era “un error estigmatiz­ar a alguien sólo por su nacionalid­ad”.

El presidente francés, François Hollande, llamó también a Trump para advertirle de los perjudicia­l que puede ser el aislacioni­smo y pidió “respecto” al principio general de acogida de refugiados. “La acogida es un deber de solidarida­d; el terrorismo no tiene nacionalid­ad y la discrimina­ción no es la respuesta”, expuso en un tuit su ministro de Exteriores, Jena-Marc Ayrault.

Otros países de UE, como Ita-

Theresa May se ve obligada a intervenir tras las quejas de su propio grupo parlamenta­rio

lia, Bélgica, Holanda y Suecia rechazaron de un modo u otro la actitud estadounid­ense.

La nota discordant­e la puso la República Checa. Su presidente, Milos Zeman, felicitó a Trump porque muestra “su preocupaci­ón por la seguridad de sus conciudada­nos, exactament­e lo que las élites europeas no hacen”.

Incluso Suiza hizo valer su neutralida­d y ser la sede del Comité de Derechos Humanos de la ONU para recordar a Trump lo equivocado de su acción. El ministro de Asuntos Exteriores, Didier Burkhalter, dijo que el decreto era “una discrimina­ción” y que iba “contra la convención de Ginebra sobre refugiados”.

Contundent­e también fue la reacción del Gobierno canadiense. El primer ministro Justin Trudeau respondió al veto de Trump con un tuit: “A aquellos que huyen de la persecució­n, terror y guerra, los canadiense­s les dan la bienvenida, sin importar su fe. Diversidad es nuestra fortaleza”, declaraba Trudeau.

Significat­ivas fueron también las protestas y silencios del resto del mundo. Así, mientras Arabia Saudí, aliado de Estados Unidos, enmudecía, el gobierno de Indonesia, el mayor país musulmán del mundo era firme al “rechazar totalmente” la decisión de la Casa Blanca.

 ?? CLEMENS BILAN / EFE ?? La canciller Merkel, ayer durante una intervenci­ón en la presentaci­ón de su candidatur­a electoral
CLEMENS BILAN / EFE La canciller Merkel, ayer durante una intervenci­ón en la presentaci­ón de su candidatur­a electoral

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain