Seis jóvenes aparecen muertos en una cabaña de bosque en Baviera
La policía adelanta que los cuerpos no presentan signos aparentes de violencia
Los fallecidos tienen entre 18 y 19 años. Son jóvenes de ambos sexos y habían estado celebrando el sábado por la noche una fiesta privada en una cabaña situada en una zona arbolada de la finca de los padres del chico y la chica que habían actuado de anfitriones del encuentro. Al echar de menos que los jóvenes no hubieran entrado en contacto con él durante la mañana, el propietario de la cabaña se dirigió sobre las 11 horas de la mañana al cobertizo e hizo el macabro descubrimiento de los seis cadáveres, entre los que estaban los de sus dos hijos.
Los hechos se produjeron en la localidad de Arnstein, muy cerca de la ciudad de Wurzburgo, en el estado de Baviera.
Una vez descubiertos los cuerpos, el testigo reunió fuerzas para avisar a los equipos de emergencia que tan rápido como les fue posible se desplazaron al lugar sin que pudieran hacer nada por los jóvenes fallecidos. Ante esta situación, fue la policía científica la que tomó el control de la situación. Incluso fue requerida la presencia del párroco de la zona para que ayudara en la asistencia psicológica y en el apoyo al padre que había hallado los cadáveres en la cabaña. Las víctimas son de los condados de Main-Spessart y Schweinfur.
En estos momentos, se desconoce el motivo de la muerte de los seis muchachos, aunque según una nota difundida por los investigadores, “no hay evidencias de crímenes violentos” en la escena del trágico suceso. Sin embargo, estas mismas fuentes recuerdan que para el esclarecimiento de los hechos será muy importante el resultado de las pruebas forenses que se van a practicar a los cuerpos de los fallecidos en este misterioso suceso.
Mientras tanto, será decisivo el trabajo de los agentes de la policía científica a los que ayer se les veía penetrar en la zona boscosa provistos de sus clásicos monos blancos de procesar escenas de crímenes. Todas cuantas pruebas y vestigios de cualquier tipo que hayan recogido podrían dar luz sobre las circunstancias de esta muerte en grupo que, aunque en ella no se presenten signos de violencia, no quiere ello decir que no pueda tener un origen criminal. Y como en estos casos no hay hipótesis que descartarse, no puede dejarse de lado la posibilidad de que se trate de algún tipo de accidente. Anoche, por ejemplo, no había trascendido el modo en que los seis muchachos estaban calefactando la estancia durante la fiesta mientras que en el exterior nevado las temperaturas bajaban de cero. El uso de algunos sistemas de calefacción es muy delicado. Tampoco se dispone por el momento de análisis toxicológico alguno que demuestre que los jóvenes pudieran haber sido víctimas de algún tipo de intoxicación de origen criminal o derivada de un error o de abuso en su ingesta.
El cobertizo estaba en la finca del padre de dos de los fallecidos, en Arnstein, quien descubrió los cuerpos