Los jesuitas evaluarán el progreso de sus alumnos en innovación
El nuevo director de la Fundació Jesuïtes Educació, Enric Masllorens, ha anunciado que ha encargado a instituciones universitarias, nacionales y extranjeras, la evaluación del progreso de los alumnos inmersos en el proceso de innovación. Las pruebas, diseñadas especialmente, medirán el nivel alcanzado por los alumnos en el conjunto de destrezas y habilidades no cognitivas que la innovación persigue como objetivo. “Son la adquisición de competencias transversales que se recogen en el currículum escolar pero que no se evalúan porque aún no se sabe como hacerlo”, indica Masllorens. Se trata de las competencias sociales, ciudadanas y digitales, la autonomía e iniciativa personal del alumno, y el saber aprender a aprender.
En el mes de marzo se publicarán los primeros resultados sobre los estudiantes integrantes en una nueva etapa creada por los jesuitas denominada NEI que va de 5.º de primaria a 2.º de secundaria. Este curso será el tercero en el que se desarrolla. “Hemos probado unas primeras evaluaciones y ya nos darán unos indicios de cómo van pero aún hay que mejorarlas”, explica Pepe Méndez, director adjunto de la fundación. Junto a estas pruebas se publicarán también los resultados académicos medidos por los exámenes de la Generalitat de las competencias básicas.
El proyecto de transformación pedagógica Horitzó 2020 implica a 8 centros catalanes, con 1.400 profesores, en diferentes etapas educativas. El objetivo es que todos los centros estén involucrados en una nueva forma de aprender en el 2020. El próximo mes de septiembre se iniciará un programa piloto en los ciclos de formación profesional.
Para bachillerato, la etapa más resistente a la innovación ya que concluye con las pruebas de acceso a la universidad, se ha creado un grupo de reflexión sobre cómo implementar la transformación. Los alumnos inmersos ya en procesos de innovación se matricularán de 1º de Bachillerato en el curso 20182019. “Está claro que no mantendremos el bachillerato como el actual”, indicó Masllorens. En este sentido coincide con la petición de las escuelas avanzadas que demandan otro tipo de evaluación de la selectividad que, actualmente, se encuentra en fase de estudio. Un nuevo modelo de las PAU podría ponerse en marcha en el 2018. “El curso previo a la universidad genera una gran decepción en los alumnos, se sienten quemados y su aprendizaje está abocado al examen. Esto no es sostenible”, indicó el director general.