El Pacte pel Referèndum elude la fecha para que Colau dé su apoyo
El comité impulsor del foro pedirá una reunión a Rajoy sobre una consulta pactada
DISCREPANCIAS ERC reitera que no confía en una consulta pactada pero se suma al manifiesto
PLAN DE TRABAJO El comité impulsor pedirá una reunión con Rajoy y se explicará en Europa
Los integrantes del Pacte Nacional pel Referèndum, donde participan el Govern, partidos soberanistas, sindicatos y entidades sociales, han logrado acordar el manifiesto y las líneas de actuación para defender una consulta sobre la independencia “con garantías” y “efectiva”, es decir, acordada con el Estado. Evitan, eso sí, fijar fechas para la consecución de este referéndum. No quieren entrar en este debate, porque si lo hacen romperían el consenso que ha permitido sacar adelante el texto e incluir al espacio de los comunes, que lidera la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, o sindicatos como CC.OO y UGT.
Esta estrategia para llegar a un acuerdo choca frontalmente con los planes y las declaraciones de los miembros del ejecutivo de Carles Puigdemont, los del referéndum sí o sí, una contradicción que quedó patente ayer en la reunión que el Pacte celebró en el Parlament y que presidió Puigdemont, el vicepresident Oriol Junqueras, Colau y la presidenta de la cámara, Carme Forcadell. Pese a que en el encuentro no se habló de calendarios, los partidos sí dejaron claro que no piensan renunciar a sus “legítimos” objetivos políticos. Para el PDECat, ERC y la CUP estos no son otros que convocar una votación para este septiembre como muy tarde, con o sin la anuencia del Estado, e incluso adelantarla unos meses según las circunstancias. La republicana Anna Simó, miembro de la Mesa del Parlament, abundó en esta tesis al afirmar que su formación no confía en acordar el referéndum con el Estado, pero que ERC ha firmado el pacte “porque es su obligación”.
El juego de fechas no gusta a los comunes ni a parte de las entidades. Lo subrayó la alcaldesa de Barcelona nada más comenzar la reunión: “no supeditemos el referéndum a una fecha”. Colau reclamó en este sentido que quien participe en el pacte no ningunee luego la vía del referéndum pactado y la tache de “irrealizable”. “Si siguen con lo del calendario la mitad de entidades se irán, y nosotros también”, señalaban ayer fuentes de los comunes. Las diferencias en este aspecto podrían debilitar el Pacte. El comité ejecutivo, encabezado por el ex diputado Joan Ignasi Elena, soslayó este debate y centrará sus esfuerzos en sumar adhesiones al referéndum. En su plan de trabajo destaca la solicitud de una reunión con el Gobierno de Mariano Rajoy, así como una serie de actos en Europa.
La proyección internacional del referéndum tuvo ayer, en este sentido, un acto significativo en la tradicional recepción que el presidente de la Generalitat ofrece al cuerpo consular acreditado en Catalunya, ante el que se comprometió a celebrar el referéndum en el plazo máximo establecido de septiembre de este año y a celebrarlo con todas las garantías. “Lo haremos bien, con todas las garantías jurídicas y democráticas”, subrayó Carles Puigdemont, que defendió que la voluntad del pueblo catalán para ejercer el derecho de autodeterminación “es insobornable” y no cambiará a pesar de “las dificultades que puedan venir” y “las amenazas que nos dirigen” desde el estado español, “que superaremos”.
El presidente de la Generalitat remarcó que el Govern “apostará siempre por un acuerdo con el Estado y un diálogo permanente” para poder llevar a cabo el referéndum, aunque se mostró pesimista ante “la negativa unilateral y la obstinación cerrada” del Gobierno español, a pesar de la que reafirmó la “decidida voluntad” de convocarlo y celebrarlo. El conseller de Afers Exteriors, Raül Romeva, pidió a los diplomáticos, por su parte, ayuda para explicar al mundo la reivindicación de Catalunya de poder decidir libremente su futuro.