La Vanguardia

Viejo recinto carcelario

- FEDE CEDÓ Malgrat de Mar

La concejal del distrito del Eixample, Montserrat Ballarín (PSC), se reúne con los vecinos de la Esquerra de l’Eixample para informarle­s sobre el convenio de la Modelo, que plantea el cierre del centro penitencia­rio en unos meses y que en el año 2020 el espacio esté completame­nte transforma­do.

La moción de censura impulsada ayer contra el alcalde del PSC, Joan Mercader, acaba con la larguísima hegemonía socialista en Malgrat de Mar. El cambio de gobierno impulsado por los independie­ntes de Junts per Malgrat (JxM), CiU, ERC y la CUP elevará a la alcaldía a Carme Ponsa. Un seísmo político con réplica directa en la comarca ante la posible ruptura del pacto entre PDECat y PSC en el Consell del Maresme, después de que estas formacione­s expulsaran en el mes de octubre a sus socios republican­os.

La posibilida­d que el PDECat pierda el Consell Comarcal del Maresme a manos de ERC –la fuerza más votada– ante una poco probable salida del PSC ha provocado que los dos ediles convergent­es de Malgrat estén apercibido­s de expediente disciplina­rio por parte de la dirección comarcal si propiciaba­n la expulsión de Joan Mercader. En este sentido, la sección local de CiU ha defendido garantizar la gobernabil­idad en el territorio e iniciar “un nuevo proyecto, como ha pasado con el PDECat”, explicó Neus Serra, portavoz convergent­e.

Una moción de censura a un alcalde de Malgrat de Mar no tiene precedente­s en la historia política. Los portavoces de los partidos que se han unido para expulsar al PSC coincidier­on en motivarla por la “desidia, parálisis, inoperanci­a, pasividad o incumplimi­ento de acuerdos plenarios”. La nueva alcaldesa, Carme Ponsa, que hasta hace un mes compartía gobierno con el PSC, decidió abandonar y pasar a la oposición, desde donde ha gestado la moción de censura que le ha dado la alcaldía, una postura que, desde el PSC, Oliver Sánchez comparó con “con la traición de Judas”.

La expulsión del PSC de una de sus alcaldías históricas recibió el apoyo de 10 de los 17 concejales, que suman el 55% de los votos, frente al 33% del PSC. En la calle, cientos de partidario­s de Mercader jalearon con proclamas críticas dedicadas a los independen­tistas de la CUP y a la nueva alcaldesa. El edil socialista contó con numerosas muestras de apoyo, entre las que destacó la presencia de Núria Parlón, secretaria de política municipal del PSC y alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet.

Ponsa evitó valorar los ataques pero desgranó los motivos que la impulsaron a liderar el recambio en la alcaldía. Detalló el incumplimi­ento de las promesas del hasta hace poco socio de gobierno, la falta de confianza y de transparen­cia en lo que debía ser un gobierno transversa­l. “No se nos ha permitido trabajar”, lamentó, al tiempo que pedía perdón por no haber tomado antes la decisión que la ha llevado a pactar con enemigos políticos acérrimos, hasta ayer irreconcil­iables. Carme Ponsa creó Junts per Malgrat tras protagoniz­ar una escisión de CiU la pasada legislatur­a, por la imposición de Neus Serra, de CDC como candidata de la federación nacionalis­ta.

El nuevo ejecutivo se distribuir­á en cuatro tenencias de alcaldía. Destaca la nueva figura del comité de gobierno, “organismo anexo a la alcaldía que evitará depender directamen­te de la decisión de la alcaldía”, defendió Núria Casajoana, de la CUP. Por su parte, Ramir Roger (ERC) recriminó a los socialista­s “haber provocado la crispación entre los vecinos”.

La expulsión del alcalde socialista amenaza el pacto de PDECat y PSC en la comarca La nueva alcaldesa, escindida de CiU, se alía ahora con las fuerzas independen­tistas

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