El BBVA anuncia guerra
El banco gana 3.475 millones en el 2016, un 31,5%, más gracias a México y Turquía
El banco presidido por Ignacio González, que acaba de obtener un 31% más de beneficios respecto al pasado año, revisará caso por caso todas las demandas por las cláusulas suelo en las hipotecas.
BBVA no puede hacer como Bankia, que a principios de semana anunció que se allanará ante la práctica totalidad de las reclamaciones de cláusulas suelo de sus clientes y les devolverá todo lo cobrado de más en los últimos años. Así lo dijo ayer Francisco González, presidente de la entidad, en la rueda de prensa de presentación de los resultados del 2016. “Vamos a adoptar la buena posición, que es la de defender los intereses de nuestros clientes y los de los accionistas”, afirmó González. El presidente del banco explicó que la casuística es inmensa y que se estudiará caso a caso, pero que su obligación es velar no sólo por los clientes sino por el dinero de los accionistas. “Me gustaría ser Papá Noel todas las mañanas, pero no puedo y creo que hacer las cosas bien no es estar en los extremos”, añadió.
El banquero se mostró decepcionado por “todo este ruido” –en referencia a las sucesivas polémicas por la actuación de la banca en los últimos años–, del que se siente injustamente tratado por la sociedad y los medios de comunicación. En este sentido, recordó que el gran impacto reputacional fue la quiebra de las cajas y su rescate con dinero público y de los bancos por cerca de 100.000 millones de euros. El segundo aldabonazo a la banca fue el escándalo de las participaciones preferentes, que BBVA solucionó ofreciendo un canje inmediato por capital. Y, ahora, han llegado las sentencias recientes sobre las cláusulas suelo. González animó a comparar la actuación de unas entidades con otra y esgrimió el dato de que BBVA es el mejor banco para sus clientes según las encuestas externas de satisfacción.
Pero eso, ni al banco ni a González les basta. El BBVA ganó 3.475 millones en el 2016, un 31% más que el año anterior, aunque el negocio está lejísimos de los años de esplendor. En el 2007, antes de la crisis y con un tamaño muy inferior, llegó a superar los 6.000 millones. “La banca no es rentable por culpa de factores estructurales, como las mayores exigencias de capital y también los bajos tipos de interés”, recordó el presidente.
En el caso del BBVA, la mayor capacidad de mejora está en España, que sólo aporta ahora 900 millones al beneficio atribuido pese a contar con alrededor del 40% de los activos totales del grupo. El año pasado, el banco mejoró sustancialmente sus resultados en Turquía (+40%) y México (+11%) y pudo así compensar el retroceso de España (-16%).
González insistió en ajustar los costes, ir adecuando la red de oficinas a las necesidades del negocio y acentuar la apuesta por la digitalización de la entidad, una apuesta en la que persevera pese a la ausencia de resultados tangibles. Ayer, aseguró que llegarán. “Hemos cometido muchos errores, pero ahora veo que tenemos el equipo y la experiencia para conseguirlo”.
En el presente ejercicio, lo que toca, prosiguió, es el crecimiento orgánico, sin dejar de examinar las opciones que ofrezca el mercado. González prometió que BBVA pasaría a pagar todo el dividendo en efectivo, dijo confiar en la nueva Administración Trump en Estados Unidos, admitió cierta preocupación por México y auguró una mejoría en España. “Esta es una profesión muy complicada”, concluyó González, que eludió entrar en el debate sobre la sucesión, que deberá concretarse antes del 2020.
Francisco González rechaza devolver las cláusulas suelo a todos: “Me gustaría ser Papá Noel todas las mañanas”