Rusia acusa de “traición en favor de EE.UU.” a dos agentes del FSB
La acusación incluye a un alto ejecutivo del gigante informático Kaspersky
La Fiscalía rusa acusó ayer de traición al Estado a dos altos funcionarios del Servicio de Seguridad (FSB, antiguo KGB) y a un alto ejecutivo de Kaspersky Lab, empresa líder de producción de software de seguridad informática. Los acusados, que fueron detenidos en diciembre, al parecer habían actuado en favor de Estados Unidos, según reveló a las agencias locales el abogado de uno de ellos.
El gigante informático confirmó la semana pasada la detención de su ejecutivo Ruslán Stoyánov, aunque señaló al diario Kommersant que su situación no tenía ninguna relación con las actividades de la empresa. Según el rotativo, Stoyánov fue detenido en diciembre en el curso de una investigación contra uno de los directores adjuntos del Centro de Seguridad de la Información del FSB.
Los funcionarios del FSB fueron identificados ayer como Serguéi Mijáilov y su subordinado Dimitri Dokucháiev. Estos pudieron haber recibido dinero de una organización extranjera con mediación del ejecutivo. Según Kommersant, una de las vertientes de la investigación se centra “en las relaciones entre el Centro de Seguridad de la Información con empresas privadas que colaboran” con el FSB para luchar contra los delitos informáticos.
Cuando todavía son recientes las acusaciones de que Moscú había interferido en las elecciones estadounidenses con ataques informáticos, la noticia de la acusación formal provocó ayer una oleada de filtraciones que necesitaron de no menos aclaraciones y precisiones.
El abogado Iván Pávlov, que representa a uno de los acusados, señaló que “los tres se enfrentan a una única acusación por traición al Estado”. Pero señaló que no es una acusación por cooperar con la CIA, como algunos medios publicaron citando fuentes anónimas. “Es traición en favor de Estados Unidos. No hay ninguna mención a la CIA en absoluto”, subrayó. Pávlov no explicó a cuál de los tres acusados representa.
El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, aseguró por su parte que las acusaciones de traición no tienen ninguna relación con las sospechas de EE.UU. de que Rusia está detrás de los ciberataques durante las elecciones presidenciales del año pasado.
Según la prensa rusa, Mijáilov fue arrestado durante una conferencia de altos mandos del FSB. Allí mismo le pusieron una bolsa en la cabeza y le condujeron fuera de la habitación. Su ayudante Dokucháiev es un conocido hacker que al parecer empezó a colaborar con el FSB hace varios años.
Las acusaciones también han levantado especulaciones sobre la magnitud del caso. La prensa rusa no descarta más detenciones, y sospecha que se trate de un asunto personal de los implicados. “De otra forma sería difícil explicar la aparición en los medios de tantas fuentes ‘conocedoras de la situación’ en un caso considerado secreto y cuya revelación podría acarrear responsabilidades penales”, señala Kommersant.
Con la acusación de traición al Estado el consecuente juicio se celebrará de forma secreta lejos del ojo público. Los acusados se enfrentarían a una pena de hasta 20 años de cárcel.
No hay relación con las sospechas en EE.UU. de que Rusia está detrás de los ciberataques, dice el Kremlin