Sánchez defiende un PSOE donde la militancia decida
El candidato promete consultas obligatorias sobre los pactos
La gestora que dirige de manera interina el PSOE quiere regular las consultas a la militancia del partido. No para prohibirlas, advierten, sino para impedir que este recurso sea utilizado para intentar sortear a los órganos decisorios del partido, como su comité federal, que es justo lo que critican que hizo Pedro Sánchez para intentar mantenerse en el cargo. El depuesto líder del PSOE protagonizó anoche un nuevo acto, en Castellón, después de haber anunciado el pasado sábado en la localidad sevillana de Dos Hermanas que presentará su candidatura para intentar recuperar el cargo en las primarias del próximo mes de mayo. Y esgrimió una firme defensa de las consultas a la militancia, dentro de su modelo de partido “participativo”, en el que la decisión última no la adopten siempre, como dicen sus fieles, “tres veteranos sentados en una mesa camilla”. Su primer compromiso de campaña, por tanto, fue elevar la voz de la militancia al máximo rango del partido: “¡Vamos a incluir en los estatutos como obligatoria la consulta a la militancia de todos los acuerdos de gobierno!”, prometió.
Sánchez recordó que dichas consultas ya las hacía el fundador del partido, Pablo Iglesias, y también las hacen ahora el SPD alemán o el PS francés. Y él mismo, añadió, fue el primero desde la llegada de la democracia que las impuso en el PSOE, en su consulta sobre el acuerdo de investidura con Ciudadanos del año pasado. En caso de ganar las primarias de mayo, dichas consultas ya serán obligatorias y vinculantes.
“¡El PSOE es de los militantes!”, clamó en el mitin, en el que estuvo arropado por sus diputados fieles habituales, como José Luis Ábalos, Odón Elorza, Adriana Lastra o Zaida Cantero, y el alcalde de Xirivella, Michel Montaner, entre otros, en un acto que reunió a varios centenares de militantes. “¡Quienes no fueron escuchados sobre la abstención al PP, los militantes, esta vez harán escuchar su voz, votando!”, retó Sánchez.
Ante todos ellos, enumeró su nuevo decálogo para reconstruir “el PSOE que queremos los militantes”. “Por un PSOE autónomo, libre de injerencias”, reclamó como primer punto, ante un partido que considera “plegado” a Mariano Rajoy y al PP desde su dimisión forzada, en el convulso comité federal del pasado 1 de octubre, y sometido a los poderes económicos y mediáticos que en su opinión también se aliaron para forzar su expulsión e investir al presidente del Gobierno. Anoche, Sánchez defendió a “un PSOE que dice no a Rajoy y vota no a Rajoy”. Rechazó así la “gran coalición” con el PP que, a su juicio, “lejos de frenar al populismo, lo ha alimentado”. Y defendió la alianza con “las fuerzas progresistas”. “Nuestro objetivo es claro: unir al PSOE para unir a las fuerzas del cambio y derrotar a la derecha”, aseguró.
Y animó a sus fieles: “¡Tengo más experiencia y más ganas que nunca! Estoy dispuesto a dar lo mejor de mí mismo para que el PSOE renazca y pongamos fin al PP y a sus políticas!”. “¡Y a Susana!”, añadió un militante entre aplausos. Y es que, como bien saben sus asesores, el mayor impulso para las aspiraciones de Sánchez es el que le otorgan los amplios sectores de la militancia socialista críticos con la andaluza Susana Díaz, a quien atribuyen la responsabilidad del “golpe de Estado” que le derribó de Ferraz.
Pedro Sánchez defendió además los “lazos de hermandad” que unen al PSOE con el PSC. Y advirtió de nuevo a la gestora de Ferraz: “¡No tienen derecho a obligar a rogar el voto a nuestros compañeros catalanes!”.
El aspirante a las primarias del partido insta a poner fin al PP; “¡Y a Susana!”, clama un militante