Rajoy mantendrá hasta última hora la incógnita sobre la dirección del PP
El silencio del presidente lleva a pensar que Cospedal seguirá de secretaria general
Quedan ocho días para que comience el congreso del PP y Mariano Rajoy todavía no ha comunicado a nadie sus intenciones sobre la dirección nacional que saldrá del cónclave. Y parece que no tiene intención de hacerlo, de momento, y que mantendrá la incógnita hasta el último momento, dado como es a sorprender en el último minuto, como ya hizo con la formación de Gobierno, o con la designación hace año y medio de los nuevos vicesecretarios.
Entonces, fueron muchas las voces que se levantaron para pedir que María Dolores de Cospedal, a la sazón presidenta de Castilla-La Mancha, dejara la secretaría general, por considerar que no podía dedicarse como debía a la organización del partido.
La novedad entonces fueron los vicesecretarios, y entre ellos, el de organización, Fernando Martínez Maíllo, que se ha convertido, de hecho, en el número tres de la formación, y sobre el que ha recaído el peso de las decisiones, siempre de acuerdo con Cospedal, con quien mantiene muy buenas relaciones.
Esto ha llevado a pensar a la madirección yoría de los miembros del PP que pese a que muchos pidieron también la sustitución de Cospedal cuando fue nombrada ministra de Defensa, por considerar que ambos cargos eran incompatibles, que al final Rajoy optará por continuar con quien ha sido su número dos desde el congreso de Valencia, y con quien ha tenido que lidiar los peores momentos del partido.
Además, la forma en la que la titular de Defensa ha manejado el problema de las familias del Yak 42, encasquillado desde hace 14 años, le ha servido a Mariano Rajoy para renovar su confianza en ella, aseguran en el PP.
Por eso, y a pesar de que Rajoy no ha dado ninguna pista, en el PP se ha instalado la sensación de que el presidente del Gobierno optará por la misma fórmula que cuando José María Aznar era presidente y el secretario general, entonces Álvarez Cascos primero y Javier Arenas después, eran también ministros. Entonces, Aznar nombró un coordinador general, Ángel Acebes, que sirvió de enlace entre el partido y el Gobierno.
Sin embargo, fuentes cercanas a Rajoy aseguran que aún no tiene la decisión tomada y que cualquier cambio que introduzca en la del PP debe tener un elemento que quiere cuidar, no podrá interpretarse como que está señalando a alguien para que sea su sucesor en un futuro. Sin embargo, pocos son los que dudan en el PP de que Maíllo será quien asuma ese papel de coordinador general, con o sin el cargo.
De todos modos, en amplios sectores del PP se considera que Rajoy debe introducir cambios para dar imagen de renovación en el partido, y Rajoy parece estar dispuesto a ello, como ya hizo con los vicesecretarios actuales: Maíllo, Pablo Casado, Andrea Levy y Javier Maroto, ya que sólo mantuvo a Javier Arenas de la anterior etapa, pero si opta por esa renovación, aseguran las fuentes consultadas, será por adición, no por sustitución de unos vicesecretarios para nombrar a otros.
No obstante, subrayan, los cambios no serán muy grandes. Rajoy está satisfecho de cómo funciona el partido, sobre todo en los aspectos organizativos, con lo que todos dudan que vaya a hacer una revolución y se descuelgue con un cambio profundo de la dirección.
Lo que le preocupan más son las enmiendas. Ayer mismo, Rajoy mantuvo en el Congreso un aparte con María Dolores de Cospedal y otro con Fernando Martínez Maíllo, que hicieron saltar las alarmas sobre la posibilidad de que hablara sobre cambios en la dirección, pero de lo que les preguntó, aseguran, fue de las enmiendas.
Tras el acuerdo con el PP de Madrid que ha retirado su enmienda para que haya primarias también en la segunda vuelta de la elección de presidente, a Rajoy le preocupan las que hacen referencias a incompatibilidades de cargos.
El líder popular quiere que los nombramientos no den pie al debate sobre su sucesor Aunque el presidente se resiste a dar pistas todos ven a Maíllo como coordinador general