El chollo
Será porque estamos en permanente estado de ingenuidad, incluso cuando nos creemos perspicaces, y llegamos a imaginar que evitarán algunos desmanes. En los tiempos de las subidas cósmicas de la luz, con la ciudadanía castigada por unos precios que nacen de los tejemanejes del poder político con el energético, hasta el punto de vivir en el país con la energía más cara de Europa, cabría pensar que no se atreverían...
Las puertas giratorias son una perversión de la democracia, una vergüenza alentada por un acuerdo tácito de los partidos grandes por colocar a los suyos cuando acaban mandato, y representan la expresión más mezquina del tráfico de influencias. Por tanto, no, no se atreverán a usar el método giratorio en pleno desmadre de los precios energéticos, hasta ahí no llegan…
Pues sí, llegaron. Y justo cuando medio país está en plena danza de la lluvia, porque le ha dicho Rajoy que alguien le ha dicho que quizás lloverá, y parece que si llueve baja el precio, justo entonces van y abren la puertita de marras. Y zas, ahí tenemos al señor Arsenio Fernández de Mesa, otrora director general de la Guardia Civil, convertido en flamante consejero de Red Eléctrica de España, una notoria y agradecida empresa del Ibex que, desde el 2012, ha colocado a una decena de cargos del PP como sesudos advisers. Todos con suculentos sueldos, un trabajo de siesta y olé y ni pajolera idea de qué va el asunto que deben aconsejar. A Fernández de Mesa, por ejemplo, no se le conoce ningún dato que lo vincule a las energéticas, pero tiene otros méritos: amigo personal de Rajoy, delegado del Gobierno en Galicia en pleno escándalo del Prestige (los favores que debió acumular), además de ser coordinador territorial del PP y acabar comandando la Benemérita. Su salida del cargo tuvo el colofón de un carísimo retrato para la posteridad posando cual general del siglo XIX, con la banda de la Gran Cruz Naval, la bandera, las medallas en la pechera y el bastón de mando. Para acabar méritos, bajo su mandato se produjo el operativo que acabó con 15 inmigrantes muertos en Tarajal en el 2014, y que aún está en la Audiencia de Cádiz con 16 agentes imputados.
Este es el dechado de virtudes (poco energéticas, pero sobradamente políticas) que han llevado al señor Fernández de Mesa a ser consejero de la empresa que tiene el monopolio de la red eléctrica de alta tensión en España, con un sueldo superior a los 150.000 euros anuales. Acompañará en el cargo a otros amigos de sus amigos, todos ellos debidamente poseedores del carnet del PP. Si sumamos a sus homólogos del PSOE, igualmente colocados, se culmina el chiste del dentista: no se denuncian mutuamente, porque mutuamente se benefician.
Y así se consolidan los vasos comunicantes entre lo político y lo financiero, ambos dos cuidándose las espaldas. Sólo falta el palco del Bernabeu para remachar la faena. Y mientras, a pagar el recibo…
Todos con suculentos sueldos, ni idea del tema, un trabajo de siesta y el carnet del PP en la boca