Ojo de halcón, ¿qué ojo de halcón?
El árbitro fue condescendiente con la dureza y demostró que el factor humano siempre será decisivo
Toda la semana debatiendo sobre el gol fantasma del Benito Villamarín que hubiera podido ser identificado de forma expeditiva por el ojo de halcón y ayer De Burgos Bengoetxea puso de manifiesto que el uso o no de la tecnología es el menor de los problemas del arbitraje español. No existe un sistema capaz de validar o corregir el peculiar régimen sancionador aplicado por el colegiado vasco, benévolo con la dureza y extraordinariamente pernicioso para un futbolista como Neymar, que en la segunda parte vio una justa tarjeta amarilla que le impedirá, por acumulación, disputar el partido de vuelta el martes en el Camp Nou.
Tan merecida resultó la amonestación al brasileño, que soltó el brazo al rostro de Juanfran en una batalla aérea, como incomprensible la tolerancia –ya institucionalizada– con los expeditivos métodos de los adversarios para frenarle. Cuando en el minuto 4 Savic salió indemne de una entrada francamente punible a André Gomes el árbitro dio a entender que su actuación iba a ser indulgente, un mensaje perfectamente captado por el Atlético y muy bien recibido por Vrsaljko. El defensa croata derribó a Neymar sin la pelota de por medio y seguidamente intentó provocarle tocándole la cara, pero fue Koke el que cazó al brasileño reivindicando una amarilla que De Burgos no quiso mostrar. Se limitó a pedir calma. En otras palabras mantuvo la luz verde al juego duro.
André Gomes pisó deliberadamente a Gabi en el centro del campo. Sigan, sigan... El centrocampista atlético se hizo acreedor de la primera tarjeta del partido al interceptar un contragolpe de Messi, pero finalmente, más allá de la media hora, el capítulo de amonestaciones fue inaugurado por Saúl. Su acción sobre Messi cumplía buena parte de las condiciones para ser constitutiva de expulsión, pero el nivel de compasión era francamente elevado. Por eso Koke no vio tarjeta por un intencionado plantillazo a Neymar en un contragolpe, ni cuando en la segunda parte placó claramente a Luis Suárez para preparar el gol del Atlético...
Todo esto no hay ojo de halcón que lo vea ni tecnología que lo en- miende. Desengañémonos, el factor humano seguirá cortando el bacalao. Janny Sikazwe, árbitro de Zambia, estuvo apoyado por los mayores avances en la final del Mundial de Clubs, pero decidió evitarle una tarjeta catedralicia a Sergio Ramos que hubiera significado la expulsión del defensa. El Real Madrid habría disputado la prórroga con un jugador menos.
Neymar fue objeto en el Vicente Calderón de un mínimo de tres acciones susceptibles de amonestación,
Neymar, que se perderá el partido de vuelta, fue objeto de al menos tres faltas susceptibles de tarjeta
pero el árbitro prefirió mostrar tarjetas por entradas a Messi o Rafinha. Da la impresión de que maltratar al brasileño sale gratis. Según el colegiado, Neymar hizo los mismos méritos que Gabi para perderse el partido de vuelta por acumulación de amarillas (3) en la Copa. “Si hay un equipo del mundo que no puede lamentarse de una ausencia es el Barça”, juzgó Luis Enrique. “Tengo gente que puede jugar en su lugar y seguro que dará un buen rendimiento”, agregó. Pero cuidado: Messi está a una tarjeta de perderse la final.