Mas: “Nos querían arrodillados y nos hallarán de pie”
Los tres acusados creen que con el juicio se ampliará la base soberanista
Artur Mas, Irene Rigau y Joana Ortega comparecieron ayer ante la prensa con un punto de emoción evidente en los ojos. Así lo admitieron, aunque al mismo tiempo aseguraron que estaban “tranquilos, firmes, serenos y con la cabeza alta” el día antes de sentarse en el banquillo de los acusados por los delitos de desobediencia y prevaricación por impulsar el proceso participativo del 9 de noviembre del 2014. Rigau habló de “emoción inherente controlada” a medida que se acerca la hora del juicio y por el apoyo que están recibiendo a los tres encausados.
El presidente del PDECat y las dos exconselleres subrayaron que no se sienten culpables de nada, pero sí responsables de haber permitido que la ciudadanía se expresara en las urnas. “Nos la jugamos en nombre de mucha gente”, destacó Mas, aunque quiso descargar responsabilidades en su persona: “El responsable político máximo del 9-N soy yo”, por lo cual “si se quieren cargar a alguien, que sea a mí”.
Mas se mostró desafiante en ciertos momentos. Incluso lanzó una proclama de cariz revolucionario, muy parecido al “prefiero morir de pie que vivir arrodillado” que se atribuye a Ernesto Che Guevara: “Nos querían arrodillados y nos encontrarán de pie; nos querían con la espalda doblada y nos encontrarán con la espalda recta; y nos querían con la mirada baja, y nos encontrarán mirando adelante”. En este sentido, el expresidente de la Generalitat no se ahorró reproches al Gobierno del PP, al cual acusa no tan sólo de hacer un “daño enorme” a la democracia, sino también “a la única España posible, que es la plurinacional”.
Aun así, el expresident aseveró que si la justicia española lo inhabilita, recurrirán a la europea. Negó, además, que ninguno de los tres acusados deseara ser inhabilitado para convertirse en mártires o héroes.
Ante las muestras de apoyo, los tres resaltaron que con el 9-N “se canalizó la petición de la gente”. Además, afirmaron que con el proceso participativo Catalunya “perdió el miedo” ante el Estado, “y aquel día el país fue más libre precisamente porque ha perdido aquel miedo”.
Mas rechazó que la movilización de hoy sea una coacción en los tribunales. “Todo eso es falso. ¿Si hay mucha gente que considera que este juicio es una vergüenza, no tienen derecho a manifestar su opinión?”, razonó.
Con la etiqueta #9Nsomtots y la inscripción “Lo volvería a hacer”, el escenario donde se celebró la rueda de prensa no es casual, ya que en el Museu de Historia de Catalunya está –aunque todavía no está expuesta– la estilográfica con que el expresident firmó el decreto para la convocatoria de la consulta del 9-N, que poco después el Tribunal Constitucional suspendió.
A pesar de la trascendencia del juicio de hoy, Mas, Ortega y Rigau rechazaron que pudiera ocurrir un punto de inflexión en el proceso soberanista. Otra cosa es que pueda ser un acelerador para ampliar la base soberanista en Catalunya.
Por su parte, Joana Ortega aseguró que estaba convencida de no haber cometido ningún delito y valoró la determinación de Mas: “Si no fuera por el presidente Mas, el 9-N no se habría celebrado”. Aun así, la exvicepresidenta del Govern aprovechó el momento para recordar que se sintió cuestionada, porque había quien la acusaba de “no ser capaz de llevar adelante” el 9-N. Ortega ya reveló el pasado noviembre que ERC había pedido su cabeza.
A la misma hora que Artur Mas, Joana Ortega e Irene Rigau hacían
su rueda de prensa, al mediodía, la Assemblea Nacional Catalana (ANC) vio cómo se caía temporalmente su servidor web de inscripciones para la movilización de hoy. La entidad soberanista lo atribuyó a “un alud de inscripciones de última hora”. Más de 40.000 personas se registraron hasta ayer.
Para acompañar a los tres encausados en la rueda de prensa hizo acto de presencia parte de la plana mayor del PDECat. Entre otros, estaban los consellers Josep Rull, Meritxell Borràs, Meritxell Ruiz, Jordi Baiget y Neus Munté, así como también el presidente del grupo parlamentario de JxSí, Jordi Turull; el portavoz en el Senado, Josep Lluís Cleries, y la coordinadora general ,Marta Pascal.
Las palabras de Mas, Ortega y Rigau fueron recogidas por el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, que a través de las redes sociales los animó: “Arrodillarse o de pie. Cada uno escoge su posición ante los ataques. ¡Mas, Ortega y Rigau dan una lección de coraje!”.
A la movilización de mañana asistirán todos los consellers, excepto Jordi Jané, porque tendrá que coordinar la seguridad de la marcha, y el de Justícia, Carles Mundó, ya que el Govern no cree conveniente que se manifieste ante los juzgados.
El expresident y las exconselleres tendrán todo el apoyo de los partidos soberanistas, desde los miembros de Junts pel Sí hasta la CUP. También habrá representantes de Catalunya Sí que es Pot y de la confluencia de izquierdas En Comú Podem.