Temporal blanco
Los blancos insisten en que se podía jugar y culpan del aplazamiento al Celta y a Tebas
El Real Madrid sigue indignado ante la Liga y el Celta de Vigo por entender que el partido suspendido de Balaídos se podía haber jugado perfectamente acotando la grada cuyo voladizo resultó afectado por el vendaval que azota Galicia.
El Real Madrid cambió su partido de Vigo por un partidillo matutino en su ciudad deportiva, dividido en dos tiempos y jugado en el campo número tres y no en el uno, el habitual, por el viento que azotaba en ese momento las instalaciones de Valdebebas. En el club blanco sigue la indignación ante la Liga y el Celta por entender que se podía haber jugado perfectamente en Balaídos acotando la grada cuyo voladizo resultó afectado por el vendaval.
Aunque los informes de los técnicos del Ayuntamiento de Vigo resultaban claros y aconsejaban que no se disputase el partido por razones de seguridad para público y jugadores, en el club blanco recordaban ayer de puertas para dentro que en circunstancias parecidas el Celta jugó otros partidos y no pasó nada porque la zona afectada era donde se ubica habitualmente la afición visitante. En su comunicado para informar de la suspensión, el Madrid se limitó a reproducir el de la Liga sin abundar en las presiones que mantuvo toda la tarde del sábado para tratar a toda costa de que se jugase.
Para el Madrid, dos son los culpables de la situación: el Celta, beneficiado porque al retrasar la fecha del partido podrá contar con toda su plantilla sin estar pendiente de reservar a nadie por el compromiso de la Copa de este miércoles y, sobre todo, la Liga, incapaz de reaccionar en ocho horas. Pese a que el informe de los técnicos hablaba de la persistencia del temporal, lo que no garantizaba las reparaciones hasta el martes, en el Madrid no se explica que no se encontraran soluciones de urgencia con más de 24 horas de plazo. El incidente servirá para enrarecer aún más las relaciones entre el club y Javier Tebas, el presidente de LaLiga, reconocido madridista pero sin ningún feeling con la actual directiva de Florentino Pérez.
La suspensión tiene para el Madrid una doble perspectiva deportiva: la peor, el abocar al equipo a estar dos semanas sin jugar, lo que redundará sin ninguna duda en un bajón del ritmo competitivo. No hay precedentes en la Liga española (sí en otras, como en la Premier), de tener dos partidos atrasados en la segunda vuelta. El último periodo de tanto tiempo sin competir fue con ocasión de las pasadas vacaciones navideñas. Los jugadores tuvieron libre del 19 de diciembre por la noche al 27 de diciembre.
La parte positiva es que al equipo le vendrá bien este periodo para recuperar lesionados. Aunque no hubo lista oficial, el Madrid iba a ir a Vigo seguramente sin Carvajal, Modric ni Marcelo. Ahora sólo queda en el dique seco Bale. Kroos, que no podía jugar en Balaídos por sanción, trasladará su castigo el próximo sábado al Sadar.
Queda la duda de cuándo se jugará el Celta-Madrid aplazado. Si los dos equipos siguen en sus competiciones europeas hasta las respectivas finales la primera fecha libre es el 17 o 18 de mayo. Quedaría entonces sólo una jornada de Liga por disputarse, lo que arrojaría una sombra de duda a toda la competición y no le gustaría nada a los demás candidatos al título.
El Madrid estará dos semanas sin jugar y perderá ritmo competitivo, pero recupera lesionados