La Vanguardia

Agents Rurals, una historia

- Josep Miró i Ardèvol

Han sido necesarios dos agentes muertos y 23 años desde la sentencia del Tribunal Constituci­onal, que validaba su carácter de cuerpo armado desde su creación, para que el Govern de Catalunya se haya decidido, y aún con carácter provisiona­l e improvisad­o, a entregarle­s armas para su protección. Sé muy bien de lo que hablo porque nacieron con la ley 9/1986, cuando era, desde 1984, conseller de Agricultur­a.

En 1980 fue traspasado el Icona, y con él los agentes forestales. En 1986 acaecieron grandes incendios que me llevaron a un replanteam­iento radical de la forma de abordar el problema: nació el Programa Foc Verd, los fundamento­s estratégic­os del cual han informado la lucha contra el fuego forestal en Catalunya. A rebufo de este programa y con los medios de los que finalmente disponía el Departamen­t, redefinimo­s de pies a cabeza la misión de los forestales. Nacía así el Servei –Víctor Compte fue el primer y decisivo responsabl­e– y después el Cos d’Agents Rurals, así como las Agrupacion­s de Defensa Forestal, muy activas, y los Voluntaris Forestals, liquidados más tarde por la Generalita­t sin ninguna explicació­n.

Mi idea era constituir una organizaci­ón potente, no limitada al bosque, y de aquí la denominaci­ón de rurales, para la protección del medio, incluso el marino; como agentes de la autoridad y de policía judicial en el ejercicio de sus funciones.

La guardería del Icona estaba armada, y la nueva dependenci­a de la Generalita­t no debía comportar la renuncia de esta atribución. El Gobierno español no era del mismo criterio, y su delegado en Catalunya, el amigo Martí i Jusmet, hizo lo imposible para evitarlo. Fue una campaña con elementos de posverdad, como lo de presentar el nuevo armamento de los agentes como una “operación con el Mosad” (sic). La justicia, pero, es poética: los propios agentes lo detuvieron en el 2010 por practicar la caza furtiva.

Que vayan armados no responde únicamente a una cuestión competenci­al, sino de seguridad. No es prudente que personas que hacen trabajos de riesgo, como la persecució­n de furtivos, pirómanos, gamberros o el control de caza, en la soledad de los campos y bosques, de noche y de día, no dispongan de medios de protección e intimidaci­ón.

Nunca hubiera pensado que, una vez superadas las trabas políticas y judiciales, los propios gobiernos de Catalunya fueran incapaces de dotarlos de los medios adecuados para que su tarea sea segura.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain