La vejez no es una enfermedad
Sanidad anuncia una Estrategia Nacional de Mayores para esta legislatura basado en un documento con medidas elaborado en el 2014
La ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Dolors Montserrat, se comprometió el pasado mes de enero a promover políticas específicas para las personas mayores. Y lo hará, indicó, con la aprobación de la primera Estrategia Nacional de Personas Mayores, que busca un mejor trato para este sector de la población “haciéndoles sentir parte activa e indispensable de la sociedad”.
La ministra se refirió a los importantes retos que tendrá que abordar esta estrategia, como la atención sociosanitaria, el acompañamiento para aquellos que viven solos y la incorporación de sus experiencias profesionales a la sociedad.
Un compromiso que ya se abordó en anteriores legislaturas y que, sin embargo, quedó relegado en un cajón del ministerio ubicado en el paseo del Prado. Como ocurre con demasiada frecuencia, el trabajo de numerosos expertos quedó almacenado, a la espera Hace tres años se elaboraron planes para mejorar la vida de los ancianos que ahora se recuperan
de ser recuperado en tiempos mejores. En el 2014, se
presentó el llamado Marco de actuación para las personas mayores. Propuestas y medidas para fortalecer el ejercicio de los derechos de las personas mayores ,un extenso documento de cien páginas que abordaba los retos a los que se enfrenta este grupo y que ofrecía soluciones para, por ejemplo, seguir trabajando más allá de los 65 en unas condiciones adecuadas, cambios en la fiscalidad, cómo mejorar la participación, el apoyo a las labores de voluntariado y cómo garantizar la seguridad de los ingresos. También establecía propuestas para que los mayores tengan una vida independiente, “para aumentar los años de vida sana de mujeres y hombres y reducir los riesgos de dependencia mediante medidas de fomento de la salud y la prevención de enfermedades”.
En este apartado se lucha contra la idea generalizada, y que tanto perjudica a los mayores, de que ser mayor significa tener una mala salud. Tanto, que se llega a considerar la vejez como una enfermedad en sentido estricto. “Un mensaje absolutamente falso, aceptado socialmente, incluso entre las propias personas mayores. Erradicar este concepto, que en sí mismo conlleva un elemento de discriminación y una llamada a la resignación, supone un reto para todos. La edad no es una enfermedad es un eslogan de la Sociedad Americana de Geriatría”.
¿Qué hacer para combatirlo? Fomentar desde todos los ámbitos de la administración el envejecimiento activo, proclamar la necesidad de que se respeten las decisiones de los mayores, trabajar para hacer entender a la sociedad que los mayores cuentan y, sobre todo, que ellos comprendan que son dueños de sus decisiones.