La violencia que no cesa
David Beriain regresa con nuevas entregas de ‘Clandestino’ centradas en el cártel de Sinaloa y las maras de El Salvador
El narcotráfico mexicano y la violencia extrema de las pandillas de El Salvador son los dos nuevos objetivos periodísticos de David Beriain, quien hoy regresa a DMAX con cinco nuevas entregas de Clandestino (22.30 h). El reportero navarro y su equipo han viajado a dos de los lugares más violentos y peligrosos del planeta, el estado mexicano de Sinaloa y El Salvador, para adentrarse en dos mundos tan reales como de difícil acceso: el cártel de tráfico de drogas más influyente del mundo y los escuadrones de la muerte nacidos para vengar la violencia de las maras o pandillas.
Los tres primeros episodios de la nueva temporada de Clandestino se centrarán en el cártel de Sinaloa, “la organización criminal mas poderosa del mundo”, en palabras de Beriain. Este cártel es el responsable de uno de cada cuatro kilos de droga que entran en Estados Unidos y tiene un poder territorial “que abarca prácticamente todo el país, además de tener muchas ramificaciones, incluida España”. El periodista adelante que en el programa se verán “las entrañas del cártel, sus procesos y códigos, sus sicarios y pistoleros, y también la complicidad que mantienen con policía y autoridades”.
El cártel estaba liderado por el conocido Chapo Guzmán hasta que fue encarcelado. “Cuando preparábamos la nueva temporada, el Chapo aún estaba libre y uno de nuestros objetivos era llegar hasta él. Su detención complicó bastante nuestros objetivos. Mucha gente del cártel nos dijo que nuestra labor hubiese sido más fácil ‘si hubiese estado el señor aquí’, quizás por esa voluntad que tenía el Chapo de contar y expresar su realidad como se vio en su entrevista con Sean Penn”. Además, cuando cae una figura como él, se produce un juego de sillas “y se destapa una violencia por controlar el cártel que a nosotros nos pilló en medio”. Pese a no llegar a conocerle, la imagen que le ha quedado a David Beriain del Chapo tras rodar la serie es de “una persona tremendamente carismática, hecha a si misma, muy congruente con ese mito de los bandoleros generosos con su gente, que traen riqueza, aunque sea ilícita, y con esa obsesión de ser alguien en la vida aunque sea a través del narcotráfico”.
Tras la caída de otro conocido narcotraficante, Pablo Escobar, muerto en Colombia en 1993, los capos mexicanos decidieron pasar de ser meros intermediarios a ser los amos del negocio a nivel mundial: “Se dieron cuenta de que ellos controlaban la parte mas sensible del negocio, que no es la producción sino la puerta de entrada al gran mercado de Estados Unidos”. ¿Les afectará el muro fronterizo que pretende construir el presidente norteamericano Donald Trump? “El cártel utiliza las mismas vías para subir la droga para luego bajar armas, unos 2.000 al día, que pasan a México sin prácticamente control. A mí me surge la pregunta de si al final no querrán ser los mexicanos los que construyan el muro”.
Tras seguir la pista al narcotráfico, Beriain se traslada a El Salvador, un país asolado por la violencia de las maras. Los pandilleros pertenecientes a las maras 18 y Salvatrucha 13 son enemigos mortales que delimitan su territorio con pintadas y violentos enfrentamientos callejeros. Clandestino centra el foco durante dos episodios en los grupos de familias y policías que, ante la desesperación, se toman la justicia por su mano. Son los grupos de autodefensa y escuadrones de la muerte “que ante la violencia de las maras han decidido matar a los que matan. Hay gente que no puede esperar a la justicia porque el 85% de los crímenes que se producen en El Salvador quedan totalmente impunes”.
Beriain explica que la violencia de las pandillas ha llegado a un nivel muy alto “tanto en cantidad, con 6.000 homicidios declarados al año que convierten este país en el más violento y peligroso de América Latina, como sobre todo en calidad, donde se producen episodios de horror en los que el asesinato se ha convertido en una especie de lenguaje”.