La esperanza atlética
Abel Caballero descalifica al Madrid y Florentino Pérez le llama mentiroso
Los colchoneros fían en Fernando Torres sus opciones de pase ante el Barça.
El vendaval ha amainado en Galicia, pero el Celta-Real Madrid aplazado el domingo sigue coleando con furia y envenenando las relaciones del Real Madrid con todo tipo de instituciones. Las iras del club blanco, que se empeñó sin éxito en conseguir que se jugara a toda costa, se dirigieron en un primer momento al Celta y a LaLiga, a la que hacía responsable de no encontrar una solución. En el día de ayer el club entró a todo trapo contra el alcalde de Vigo, Abel Caballero, al que llamó mentiroso y con el que se enzarzó en una guerra de declaraciones.
Hasta ayer por la noche el Madrid no había abierto la boca oficialmente y todo su malestar se había trasladado a través de filtraciones y portavoces no oficiales. Pasadas las ocho de la noche, el club blanco optó por otra estrategia más directa y colgó en su web un comunicado durísimo contra el político, al que acusa de ser un instrumento para favorecer los intereses del Celta.
Abel Caballero, exministro del PSOE en la época de Felipe González y ahora además de alcalde de Vigo también presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), había acusado por la mañana al Madrid de ser el responsable de la polémica creada por la suspensión del partido: “Cuando está en juego la vida de personas, no se discute, sino que se asume. Yo esperaba de la grandeza de un equipo como el Madrid que lo asumiera cooperando, no metiendo presión”, antes de subrayar que él no acepta las presiones. Y en esa línea insistió Caballero: “Sólo es un partido de fútbol. Que nadie se crea que es más que un partido de fútbol. Por muy Madrid que sea, es un partido de fútbol. El Madrid me ha decepcionado. Ha pedido absurdos”.
La reacción del Madrid plasmada en el comunicado no dejó títere con cabeza. En su escrito de tres puntos, señala: “El Ma- drid lamenta las desafortunadas declaraciones del alcalde de Vigo, Abel Caballero, en las que asegura que este club despreció las medidas de seguridad exigidas para la disputa del partido”.
Luego, el club blanco considera que “las afirmaciones del alcalde no sólo están fuera de lugar sino que son rotundamente falsas, porque el Real Madrid no ha cuestionado en ningún momento las medidas de seguridad establecidas en el estadio de Balaídos”.
Y finalmente apunta su postura ante los hechos: “El Real Madrid quiere dejar muy claro que, tras conocerse la posibilidad de suspenderse el partido, con más de 30 horas de antelación, propuso a la Liga de Fútbol Profesional tres alternativas: primera, que se estudiara la posible reparación de la cubierta del estadio dañada; segunda, la posibilidad del cierre de la grada afectada, y tercera, si las dos anteriores no eran posibles, estudiar la designación de otro estadio cercano para la disputa del partido. Estas propuestas buscaban evitar que la suspensión del partido perjudicase a las cuatro competiciones, por el efecto dominó existente entre ellas, así como los enormes perjuicios económicos producidos en todas las televisiones del mundo y que tendrán su repercusión en los próximos concursos de la venta de los derechos de televisión”.
La guerra está servida. El Madrid sigue sumando enemigos.