Un congreso en calma
El debate sobre la gestación subrogada o qué es el PP quedarán en la indefinición
El PP no quiere enfrentamientos en su congreso.
Los colaboradores de Rajoy dejan que él decida y prometen trabajar en su proyecto estén donde estén
“El PP acierta al no hacer un debate de personas”, fue la rotunda afirmación del vicesecretario de comunicación, Pablo Casado, tras la reunión del comité de dirección, presidido por Mariano Rajoy, para subrayar la diferencia entre su congreso y el de Podemos este fin de semana, o el del PSOE en unos meses.
Pero la ausencia de un debate personalista no supone que se volcará en la discusión de ideas. Casado cree que el congreso no es el lugar adecuado para discutir sobre asuntos como la maternidad subrogada, que ha irrumpido en el PP con formulaciones a favor y en contra.
La dirección del PP quiere evitar los debates incómodos, con lo que el congreso se convertirá en una sucesión de discursos, dos de ellos de Rajoy, ya que está concebido como autoafirmación de su presidencia, y será él quien marque las prioridades para los próximos cuatro años.
¿Cómo se consigue esto?, pues intentando llegar a acuerdos con los promotores de las enmiendas, de forma que todos queden contentos sin decir grandes cosas. Todo para que el PP no pueda aparecer como un partido dividido. De las 4.000 enmiendas presentadas, muchas de ellas han sido admitidas por los ponentes y otras muchas están siendo negociadas por sus autores para llegar a acuerdos previos y evitar el debate público en el congreso. Es lo que más le preocupa a Rajoy, que en las reuniones que mantiene con la secretaria general y los vicesecretarios sigue sin dar pistas sobre qué tipo de dirección planteará, pero sí sigue muy de cerca la marcha de los acuerdos para evitar las enmiendas.
Sobre todo en asuntos polémicos como la gestación subrogada, la limitación de mandatos, el voto en conciencia o la definición del PP, que han centrado una buena parte de las enmiendas, una vez salvadas las que plantearon Valencia y Madrid sobre las primarias, con una fórmula que permitirá hacerlas en las comunidades autónomas, pero que se garantiza que no se plantearán a la hora de elegir la dirección nacional.
Sobre la gestación subrogada la ponencia se limitará a dejar en manos de la comisión de bioética, es decir, de los expertos, la regulación de este asunto, que sí divide al PP, ya que mientras la parte más progresista de los populares es partidaria de permitirla en España, el ala más derechista se niega rotundamente.
Lo mismo ocurre con el voto en conciencia, que podría admitirse para cuestiones que no figuren en el programa electoral y se refieran a cuestiones éticas o morales.
Más complicada resulta la definición del PP, en el que muchas enmiendas quieren incidir en el carácter democristiano, o en la inspiración cristiana que siempre ha definido al PP, mientras que otros quieren que se ponga el acento en el carácter liberal, y más después de lo ocurrido en el congreso de Ciudadanos que va a combatir en un espacio político que creían propio.
Rajoy revisará personalmente cómo quedan esos asuntos. Cospedal y sus vicesecretarios proclamaron ayer su confianza total en lo que él diga, también sobre el futuro de todos ellos. “Estaremos a lo que decida y seguiremos trabajando para su proyecto”, dijo Casado.