Móviles para una medalla
Los atletas de los Juegos de Tokio
2020 serán premiados con medallas hechas de móviles reciclados Se necesitarán dos toneladas de metales reciclados para fabricar 5.000 medallas olímpicas
Tras los escándalos que acompañaron los primeros pasos de la preparación de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, con logos plagiados y proyectos de construcción faraónicos para el estadio, sus organizadores han lanzado un guiño a los japoneses para ganar su complicidad en este acontecimiento. Les han pedido que aporten sus viejos teléfonos móviles o cualquier otro dispositivo electrónico para reciclarlo y usar los metales que contienen para fabricar las 5.000 medallas de oro, plata y bronce que se repartirán en los Juegos Olímpicos y Paralímpicos que se celebrarán este año.
Se trata de un proyecto ambicioso que el comité organizador de Tokio 2020 casi se ha visto obligado a asumir tras una campaña popular iniciada en el 2015. Una iniciativa que impulsaron las ciudades de Hachinohe, Ichinoseki y Odate en junio de ese año, a la que se sumó primero la asociación Foro de Ecomateriales, que produjo un prototipo de medalla, y luego, en otoño, la ciudad de Obu, la universidad privada de Shigakkan y la empresa de reciclaje de materiales electrónicos Renet Japan, que fundaron el Comité para la Cooperación en las Medallas de Minerales Urbanos. El reto estaba lanzado.
Los responsables de Tokio 2020 recogieron el guante, asumieron el proyecto como propio y han aprovechado para lanzar un triple mensaje a los japoneses. Por una parte, transmitir la imagen de unos Juegos austeros y respetuosos con el medio ambiente, pero también esperan que el hecho de que las medallas se fabriquen con materiales reciclados despierte el interés de la gente por el reciclaje y su importancia social. Un plan con el que esperan mejorar la tasa de recuperación, que ahora es de sólo un 7,7%, según las estadísticas.
“Un proyecto que permite al pueblo japonés participar en la creación de las medallas es una iniciativa realmente buena”, señaló el director deportivo de Tokio 2020, Koji Murofushi, en la presentación de este plan. “Hay un límite en los recursos de nuestra tierra, por lo que reciclar estos objetos nos hará pensar en el medio ambiente”, añadió.
La empresa no es fácil. Los organizadores calculan que para fabricar las 5.000 medallas de oro, plata y bronce con que se premiará a los atletas vencedores precisarán reunir ocho toneladas de metal, que quedarán reducidas a dos toneladas tras el proceso de reciclado. Un reto importante si se tiene en cuenta que en los Juegos de Río del 2016 las medallas de plata y bronce contenían sólo un 30% de metales reciclados.
Los organizadores de Tokio 2020 se muestran, sin embargo, animados a la hora de lograr que los galardones sean totalmente de material reciclado. Su optimismo creció tras recibir una medalla de oro fabricada sólo a partir de ese metal reciclado, que cumplía con los requisitos exigidos para los premios olímpicos. La muestra era la prueba exitosa que culminaba los esfuerzos de la asociación Foro de Ecomateriales, especializada en investigar el uso de materiales respetuosos con el medio ambiente. Esta entidad estima que harán falta 9,6 kilos de oro, 1,2 toneladas de plata y 700 kilos de bronce para fabricar las medallas para los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio. Y sólo para obtener los 9,6 kilos de oro se calcula que se necesitarán 320.000 teléfonos móviles, según la agencia Kyodo.
Para obtener todo el material necesario para reciclar, los organizadores de Tokio 2020 han llegado a un acuerdo con el gigante japonés de las telecomunicaciones NTT Docomo y el Japan Environmental Sanitation Center para la recolección de los viejos aparatos. La campaña se pondrá en marcha en abril, contará con 2.400 puntos de recogida y terminará cuando se haya alcanzado la meta de las ocho toneladas que se estiman necesarias. Un largo proceso para que el atleta merecedor de una de estas medallas tome conciencia de que no sólo es el mejor en su especialidad, sino que de su cuello cuelga un objeto que ha contribuido a mejorar la salud del planeta.