Australia destapa miles de casos de abusos a niños por religiosos católicos
La audiencia que investiga los abusos sexuales a menores por parte de miembros de la Iglesia católica en Australia ha puesto sobre la mesa unos datos estremecedores: el 7% de los religiosos australianos han sido acusados de pederastia desde 1950, sin mayores consecuencias.
“Los niños fueron ignorados o, peor aún, castigados. Las denuncias no fueron investigadas”, aseguró la abogada consejera de la comisión, Gail Furness. Las estadísticas fueron reveladas ayer durante su discurso inaugural en la audiencia de la Comisión Real, la mayor instancia de investigación de Australia. Se creó en el 2012 y empezó a reunir testimonios, pero hasta ahora se desconocía la gravedad del asunto.
En total, según Furness, 4.444 personas han denunciado a centenares de religiosos y 93 altos cargos de la Iglesia entre 1980 y el 2015 –sólo 35 años– en más de un millar de instituciones católicas. La edad media de las víctimas era 10,5 años para las niñas y 11,5 años para los niños. El 78% de los denunciantes han sido hombres y el 22%, mujeres.
El escándalo implica a 1.880 personas como presuntos abusadores. De estos, 597 eran hermanos religiosos, 572 sacerdotes, 543 laicos y 96 eran monjas. Es decir, un 7% de los religiosos desde 1950. El porcentaje es incluso mayor que el que inculpaba al 5,6% de los sacerdotes de EE.UU.
Francis Sullivan, que dirige el organismo dedicado a coordinar la respuesta de la Iglesia hacia las víctimas, consideró que las estadísticas reflejan el “fracaso masivo” de la institución para proteger a los menores. “Estos números son chocantes, trágicos e indefendibles”, reconoció entre lágrimas. Los datos sugieren además que entre 1950 y el 2010, más del 20% de los Hermanos Maristas, los Salesianos de Don Bosco y los Hermanos Cristianos fueron acusados de abusos, mientras que en San Juan de Dios la proporción aumenta a un 40,4%.
Furness denunció ante la comisión las dificultades impuestas por el Vaticano para obtener información sobre los abusos, en particular respecto a un sacerdote acusado de pederastia. “La Santa Sede respondió que ‘no era posible ni apropiado proveer la información requerida”.
El cardenal George Pell, el de más rango de Australia antes de convertirse en consejero financiero del papa Francisco, ha testificado en audiencias anteriores sobre cómo las autoridades de la Iglesia respondieron al abuso sexual de menores en el país. Ahora la comisión tomará declaración a casi todos los obispos australianos en varias vistas públicas hasta el 27 de febrero. El informe definitivo se distribuirá a finales de este año.
En noviembre, Canberra anunció indemnizaciones de hasta 150.000 dólares australianos (unos 107.000 euros) para las víctimas de abusos sexuales en el seno de instituciones públicas y religiosas.