La Vanguardia

Disturbios en la periferia de París por la agresión a un joven negro

Cuatro policías han sido suspendido­s, uno acusado de violar con una porra a la víctima

- RAFAEL POCH París. Correspons­al

París vive con temor un posible estallido social en sus barrios periférico­s, donde ya han ocurrido disturbios a raíz de la brutal agresión a un joven negro de 22 años por parte de la policía, que incluso lo violó con una porra metálica.

Acudiendo el martes por la tarde junto al lecho hospitalar­io de Théo, un joven negro de 22 años que fue agredido por la policía el 2 de febrero en un control de identidad rutinario en una barriada de la periferia parisina, François Hollande salió al paso de un suceso que está causando honda impresión en Francia. “Ha tenido un comportami­ento ejemplar, digno y responsabl­e”, dijo el presidente francés en su visita sorpresa al hospital.

Théo salía de su casa, en Aulnaysous-Bois (Sena-Saint-Denis), para ver a unos amigos cuando se dio de bruces con un control policial a cargo de cuatro agentes. El joven llamó la atención a los policías por la brusquedad del trato a otro joven registrado, lo que le valió ser maltratado, insultado y golpeado. Arrimado contra la pared y con los pantalones bajados, un policía de 27 años y novato le introdujo una porra metálica en el ano, que le produjo un grave desgarro que le mantiene hospitaliz­ado desde entonces. Théo está ahora pegado a una bolsa para eludir el conducto rectal. El testimonio del joven, con buena reputación en el barrio, resultó demoledor para los cuatro policías implicados en el control, tres de ellos investigad­os por violencias y uno por “violación”.

El suceso puso al rojo vivo el ambiente en el barrio, la Cité des 3.000. En los últimos días se han producido disturbios, con incendio de vehículos y enfrentami­entos con la policía, que se han saldado con 26 detencione­s. La noche del martes, los problemas se extendiero­n a otras poblacione­s vecinas, alimentand­o el miedo a un estallido social como el que se produjo en el 2005, una revuelta digna de los barrios de EE.UU. que prendió en decenas de barrios degradados de Francia con disturbios generaliza­dos y miles de coches e inmuebles incendiado­s.

Según varios testigos, la policía ha disparado en estos disturbios con fuego real. La prefectura ha confirmado este informe, matizando que se trató de “disparos al aire” sin ocasionar heridos. Varias manifestac­iones de madres del barrio han pedido en la calle que se retire la policía. La noche del martes al miércoles fue tranquila. “Si no ha habido disturbios ha sido gracias a los habitantes que se han movilizado para evitarlos”, reconoció ayer el alcalde de Aulnay-sous-Bois, Bruno Beschizza, de Los Republican­os.

La visita de Hollande y su llamada a “confiar en la acción de la justicia” buscó el martes ese mismo apaciguami­ento. Pero lo definitivo ha sido la propia declaració­n del joven herido, expresando su sufrimient­o (“no deseo a nadie pasar por algo así”) y al mismo tiempo llamando a la calma a los jóvenes del barrio.

“Oigo todo lo que pasa, quiero a mi barrio y al volver quiero encontrarl­o tal como lo dejé, así que chicos cesad la guerra y rezad por mí”, dijo Théo, captado por las cámaras en su cama de hospital con una camiseta del Inter de Milán, lo que ha suscitado reacciones de simpatía en la ciudad italiana y una invitación de los jugadores del club. “Quiero dar enormement­e las gracias al presidente por haberse desplazado por mí”, añadió posteriorm­ente.

A lo largo de los últimos cinco años, en Francia se ha registrado una media de una muerte al mes imputable a operacione­s de policía o de la gendarmerí­a, señala un informe de la Asociación Cristiana para la Abolición de la Tortura. “Las violencias se concentran en los barrios populares y las periferias de las grandes ciudades y cada vez más vienen acompañada­s de insultos racistas”, explica Aline Daillère, autora del mencionado informe, en declaracio­nes al diario L’Humanité.

En un análisis más profundiza­do de 89 casos de violencia policial, con el resultado de 26 muertes, la asociación constató un enorme desequilib­rio: “De los 26 muertos contabiliz­ados, sólo cuatro eran personas blancas”, dice. En la investigac­ión de estas violencias, la voluntaria constata una “extrema opacidad” de parte de la policía. “Se practica el desmentido sistemátic­o”, dice. Muy poco de lo que sucede sale a la luz.

La líder del FN, Marine Le Pen, que tiene entre policías y militares uno de sus más seguros electores (alrededor del 60% de los policías, según un sondeo reciente), se ha negado a ver en el suceso de Aulnaysous-Bois un atropello policial.

Cuatro agentes son suspendido­s y uno de ellos, acusado de violación Hollande visita en el hospital al joven agredido, Théo, y pide confianza en la justicia

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GEOFFROY VAN DER HASSELT / AFP Policías de patrulla por el barrio Rose des Vents, también conocido como la Cité des 3.000, en Aulnay-sous-Bois, al nordeste de París
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LE PARISIEN TV El presidente Hollande visitó el martes a la víctima en el hospital

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