Lluís Bassat
COLECCIONISTA DE ARTE
El publicista y coleccionista de arte Lluís Bassat presentó ayer en la Nau Gaudí de Mataró una nueva exposición de su colección, en este caso dedicada a los años ochenta del siglo XX. Exhibe un total de 95 obras de 32 artistas.
Ràfols-Casamada, Guinovart, Jean Budz, Gordillo, Haring o Tom Carr, entre las obras expuestas
El Consorcio Museu d’Art Contemporani de Mataró ha estrenado la temporada expositiva en la Nau Gaudí con una segunda muestra dedicada a los años 80 del siglo XX. La exposición reúne 95 obras, entre pinturas y esculturas de 32 artistas representativos de este periodo, procedentes del fondo de la colección Bassat de entre 1980 y 1989.
La muestra, según Núria Poch, comisaria de la exposición, cierra “una década decisiva en el mundo artístico catalán”, marcada por instituciones que instigaron la eclosión artística y la ciudad de Barcelona preparada para acoger los Juegos Olímpicos del 1992. Tal como explica el crítico e historiador del arte, Francesc Miralles en el prólogo del catálogo, el año 1982 vivió el nacimiento del fenómeno artístico, geográfico y cultural: la “periferia”, que constituyó el resurgir de nuevos artistas en numerosas poblaciones catalanas, la aparición de nuevos críticos y la aparición de nuevas galerías, muchas entorno al Born de Barcelona.
Recorrer la exposición en la Nau Gaudí, junto a Lluís Bassat ejerciendo de maestro de ceremonias, paseando bajo los arcos parabólicos de madera que dieron forma a la primera obra del genial arquitecto modernista, permite engrosar el anecdotario de las obras expuestas. De entre ellas destacan las 15 piezas de Albert Ràfols-Casamada, uno de los artistas más representados en la colección Bassat, que posee un total de 106 obras. En la muestra de Mataró destaca la obra Doble
espacio doble, de 1980, una composición geométrica plena de la poesía visual característica del artista. “Sin duda el artista catalán más poético”, como le define el coleccionista.
Uno de los platos fuertes de la exposición de los ochenta es Naturaleza
Veloz
el coche Ford Fiesta XR2 que la agencia Bassat, Ogilvy & Mather pidió al artista Josep Guinovart que decorara para el lanzamiento del modelo. El artista pintó el utilitario en 1989 delante de la Tecla Sala de l’Hospitalet de Llobregat, coincidiendo con su inauguración y que desde entonces ha estado estacionado en el almacén del coleccionista en Llavaneres. El artista decoró el vehículo con su estilo característico lleno de inscripciones manuscritas. De Guino, como le llama cariñosamente Bassat, destaca una obra de gran tamaño dedicada a la cantante afroamericana Alberta Hunter, pionera in- térprete femenina de jazz, “un cuadro con música”, ya que aún funciona el magnetófono con una cinta de jazz que, junto a un clarinete y un fragmento de trompeta , componen una obra recién adquirida en una galería de Madrid, que fue expuesta en 1988 en la galería Lina Davidov de París.
De la segunda entrega de los ochenta destaca la presentación, por primera vez, de Jean Budz y Francesc Subarroca. El primero, con una escultura de cartón y una espectacular obra trabajada en papel de más de dos metros. Tampoco se habían mostrado antes en público las obras del mallorquín Joan Bennàssar, Ramon Bilbao, Joan Cardells, Tom Carr, Luis Elorriaga, Luis Gordillo, Antoni Guansé, Keith Haring, Ricard Jordà, Robert Llimós, Joan Mora, Mario Pasqualotto y Enric Pladevall, así como Carmen Grau y Laura Iniesta, las únicas mujeres representadas en la exposición.
Caso especial es el de Francesc Subarroca, cuya obra dijo el crítico Francesc Miralles “es mucho mejor de lo que ahora se está exponiendo en Barcelona”. Lluís Bassat llegó hasta Subarroca, un artista barcelonés de 82 años, tras responder una petición de su esposa. “Al entrar en su casa nos encontramos unas 3.000 pinturas y un millar de dibujos” y fotografías dedicadas de artistas consagrados como Miró y Tàpies, que le recomendaban que expusiera su obra, de la que ahora se prepara un monográfico y un libro que escribe el propio Miralles.
La exposición presenta 29 obras recién adquiridas por la colección Bassat. Se trata de 20 dibujos de Tom Carr y el óleo de Josep Guinovart; la tela Memoria
en Negro de Enric Ansesa; el óleo sobre tela Just de Rafael Bartolozzi; dos obras de Tom Bird de 1989; la pintura El Secreto de Laura Iniesta; el óleo de Ricard Jordà, y dos telas de Mañé, El General Quiroga va en coche al muere yel Mantel violeta.