Seis empleados de la Cruz Roja mueren en un ataque en Afganistán
Seis empleados de la Cruz Roja resultaron ayer asesinados en el norte de Afganistán y otros dos colaboradores de la organización quedaron en paradero desconocido desde que ayer por la mañana el convoy de ayuda humanitaria en el que viajaban fuera atacado por un grupo armado cuya naturaleza y motivación se desconocen por el momento. Los empleados del Comité Internacional de la Cruz Roja (CIRC) se encontraban operando en la provincia norteña de Jawzjan. Nada se sabe por el momento ni de la nacionalidad de los fallecidos ni de la de los dos desaparecidos.
Un portavoz del CIRC en la capital afgana, Kabul, citado por la agencia Efe, Ahmad Rmin Ayaz, señaló: “Es pronto para saber quién está detrás del ataque”. Respecto de las víctimas, el referido portavoz indicó que se trata de personal que reparte “la ayuda humanitaria a aquellas personas que necesitan asistencia y están involucrados en actividades humanitarias”.
Según fuentes de la policía afgana, la provincia de Jawzjan es una zona controlada por insurgentes y delincuentes en la que, sólo se adentra la Cruz Roja.
Esta organización humanitaria pidió a mediados de enero a todas las partes involucradas en el conflicto afgano que garantizaran la seguridad de sus trabajadores. “El mensaje principal (a todas las partes implicadas en la guerra) es que provean a las organizaciones humanitarias de la seguridad necesaria para que sean capaces de ayudar a los afganos que sufren por el conflicto”, manifestó el portavoz del CICR en Afganistán Thomas Glass en el momento en que se hicieron aquellas peticiones a los contendientes.
El CICR se encuentra en Afganistán desde hace 30 años, donde provee ayuda médica, servicios de agua y sanitarios; realiza visitas a centros de detención y actúa como intermediario neutral para permitir que el trabajo humanitario llegue a todo el país.
El comisario europeo de Ayuda Humanitaria y Gestión de Crisis, Christos Stylianides, condenó ayer el ataque mortal al convoy de la Cruz Roja en el norte de Afganistán. “Un ataque a aquellos que trabajan para ayudar a otros es un ataque a la humanidad y una grave violación de la legislación humanitaria internacional”, dijo el comisario. Pidió además a las partes en el conflicto afgano que aseguren que las organizaciones humanitarias tengan un acceso seguro a la gente necesitada y recordó que la UE sigue comprometida en la entrega de ayuda de salvamento a Afganistán.