Vecinos con derechos energéticos
Barcelona abre diez Puntos de Asesoramiento Energético para informar a los ciudadanos de sus derechos y evitar cortes de suministro
Hoy, el 10% de los hogares barceloneses y catalanes –y el 11% de los del resto del Estado– sufre pobreza energética, lo que significa que las personas que los habitan no disponen de los recursos suficientes para mantener los servicios mínimos de luz, agua y/o gas para satisfacer sus necesidades básicas, o bien destinan gran parte de sus ingresos a pagar estas facturas y se quedan sin recursos para cubrir otras necesidades, como tener una alimentación saludable.
La federación de Entidades Catalanas de Acción Social (ECAS), estima que el 40% del presupuesto de las familias vulnerables se destina a pagar los suministros; más de la mitad (54,4%) de los hogares catalanes en riesgo de exclusión tiene dificultades para pagar el recibo de la luz, y tres de cada diez se han retrasado en el pago de las facturas de electricidad, agua y gas.
Ante esta realidad, cada vez más numerosa y preocupante, el Ayuntamiento de Barcelona ha habilitado diez Puntos de Asesoramiento Energético repartidos en los diferentes distritos de la ciudad. En estos puntos, agentes informadores energéticos informan y asesoran a los consumidores sobre aspectos relacionados con sus derechos ante las compañías suministradoras de servicios básicos, y de las obligaciones de éstas con el cumplimiento de la Ley 24/2015 de medidas urgentes para afrontar la emergencia en el ámbito de la vivienda y la pobreza energética.
“Hacía falta un servicio público que defendiera y tutelara los derechos de los vecinos de la ciudad”, remarca la teniente de alcaldía de Derechos Sociales del consistorio barcelonés, Laia Ortiz, durante la presentación de los nuevos equipamientos municipales, añadiendo: “La Ley 24 / 2015 es un instrumento muy potente que los ciudadanos deben conocer para poder detectar situaciones de abuso, ya que la pobreza energética se basa en la subida indiscriminada de los precios de los suministros mientras los ingresos de los hogares disminuyen”.
ELECTRICIDAD A PRECIO DE ORO
Según Eurostat, la electricidad española para los hogares es la cuarta más cara de Europa, tan sólo por detrás de Dinamarca, Alemania e Irlanda, y España es el país donde el precio de la electricidad aumenta más que la media europea. Según la Organización de Consumidores y Usuarios de Catalunya, este año la factura de la luz aumentará entre 7 y 8 euros mensuales; el año pasado, la factura mensual promedio fue de casi 75 euros, según la FACUA-Consumidores en Acción.
Las consecuencias derivadas de la pobreza energética están directamente ligadas al bienestar de las personas – afecta la salud (según la OMS, la pobreza energética puede causar en España más de 7.000 muertes prematuras anuales), y provoca la disminución del rendimiento físico y académico, problemas sociales y relacionales, degradación de los edificios, etc.–, y desde el estallido de la crisis, se ha convertido en uno de los principales problemas sociales y económicos en el Estado español.
INFORMACIÓN Y ASESORAMIENTO
Los problemas con que se encuentran uno de cada diez barceloneses los perciben los informadores de los nuevos Puntos de Asesoramiento Energético. “Muchos de los ciudadanos a los que hemos atendido –explica Anna Larraga, informadora del nuevo Punto abierto en la Oficina de la Vivienda de Gràcia, muy cerca de la plaza de la Vila–, vienen angustiados porque han recibido el aviso de corte de suministro y no tienen recursos para pagar los recibos. Son personas que viven situaciones complicadas, que están en el paro, enfermas o tienen sueldos muy bajos e hijos a cargo y no llegan a fin de mes, o bien mayores que cobran una pensión muy baja, de 300 o 400 euros, y si les llega un recibo de la luz de 100 euros, deben priorizar entre comer o pagar la luz“.
Montse Vidal, que actualmente ofrece información y asesoramiento en el Punto de Gràcia, pero que pronto lo hará en el de Horta-Guinardó, añade: “Lo primero que explicamos al ciudadano es que el Ayuntamiento no le pagará las facturas, pero en este espacio le podemos ofrecer toda la información y el asesoramiento necesaria
Las familias con pocos recursos destinan el 40% de sus ingresos a pagar los suministros básicos
para intentar reducir al máximo el importe a pagar mensualmente, le ayudamos a hacer gestiones como, por ejemplo, bajar la potencia contratada o pedir el bono social, al tiempo que le damos un pack para reducir el consumo con, por ejemplo, bombillas LED, y –si es necesario– se le manda un técnico a casa para analizar cómo evitar el derroche energético“.
Ana y Montse destacan que no sólo acuden al Punto de Asesoramiento Energético personas que viven en una situación de vulnerabilidad extrema, muchas de ellas derivadas de Servicios Sociales, “también hay quien, poco a poco, ha visto como disminuían sus ingresos y ahora, aunque vigile no gastar, y no ponga la calefacción, cocine con un hornillo, ponga la lavadora llena y con agua fría o se duche poco y rápido, no consigue reducir la factura porque tiene una potencia contratada muy alta“. Cabe destacar que, las familias con rentas más bajas gastan un tercio menos en energía que las de mayor capacidad adquisitiva, pero deben hacer un esfuerzo cuatro veces mayor para poder pagar las facturas de energía doméstica.
BUSCAR SOLUCIONES
Después de los buenos resultados de la prueba piloto realizada el pasado invierno con la apertura de cuatro puntos de asesoramiento en las zonas que presentaban más casos de pobreza energética –Nou Barris, Sant Andreu, Sant Martí y el barrio de la Marina del Prat Vermell de Sants-Montjuïc–, este mes de febrero el consistorio ha puesto en funcionamiento diez nuevos Puntos de Asesoramiento Energético: dos oficinas en Nou Barris y una en Sant Andreu, Sant Martí, Ciutat Vella, l’Eixample, Gràcia, Horta-Guinardó i Sants-Montjuïc, y la décima oficina cubre los distritos de Sarrià-Sant Gervasi y Les Corts.
La instauración de los Puntos de Asesoramiento Energético, un proyecto que tiene un presupuesto de 4,45 millones de euros para los próximos dos años, supone, además, la contratación de cien personas formadas para ser asesores energéticos a través del programa Làbora, de planes de empleo para personas en situación de desempleo de larga duración. La gestión de los Puntos se lleva a cabo desde empresas del tercer sector.
Los informadores asesoran y realizan gestiones para reducir la potencia contratada o pedir el bono social