Una niña se prostituía por 15 euros o comida para su hermano en Almería
La madre de la chica de 13 años la maltrataba si no le llevaba alcohol y tabaco
Unas veces los contactos sexuales eran por dinero (muy poco, entre 15 y 20 euros), pero la mayor parte a cambio de comida con la que alimentaba a su hermano de nueve años. Con lo recaudado tenía también que abastecer de tabaco y alcohol a su madre, que la sometía a malos tratos si no lo hacía. La Policía de Almería ha rescatado a una niña de trece años, de origen ruso, que se prostituía en la zona del Paseo Marítimo. La adolescente y su hermano, que estaban en situación de abandono, sin escolarizar y pasaban el día vagando de un lado para otro, han ingresado en un centro de protección de menores de la Junta de Andalucía.
La operación policial, que tuvo lugar el pasado 17 de enero, pero de la que no se informó hasta ayer, se saldó con la detención de la madre y también de un individuo de 59 años, con antecedentes por abusos sexuales. La mujer se encuentra ya en libertad con cargos y una orden de alejamiento de los dos menores; el hombre sigue en prisión preventiva, acusado de abusos y corrupción de menores. Este individuo mantenía frecuentes contactos sexuales con la niña y su detención se produjo cuando subía con ella a su domicilio.
El inspector Daniel Pérez, encargado de la unidad contra redes de inmigración ilegal, señala que la mujer, de nacionalidad rusa, está completamente alcoholizada. El padre de la niña murió hace años, al parecer en una “guerra”, mientras el niño es de nacionalidad española, pero su progenitor biológico nunca se hizo cargo de su custodia. En este ambiente tan duro como sórdido, “la mujer utilizaba a su hija como moneda de cambio, si bien no estamos seguros de que fuera completamente consciente de lo que sucedía”. Pérez sí confirmó, con total seguridad, que “la adolescente era maltratada por su madre si no lograba satisfacer sus necesidades”.
La denuncia de un confidente, vecino de la zona marítima de Almería, puso sobre aviso a la Policía acerca la existencia de una chica que “frecuentaba adultos” y “subía a inmuebles con adultos”. Los agentes pudieron constatar que la adolescente había mantenido frecuentes encuentros con el detenido, que muchas veces eran compensados simplemente con la compra de comida. “La chica estaba con él, y después ambos iban a un supermercado donde el adulto compraba la comida que ella llevaba a su madre y su hermano”, revela Pérez.
Los agentes también llegaron a la conclusión de que la chica sentía temor y se oponía a mantener relaciones sexuales completas, por lo que ante la posibilidad de que sufriera algún daño decidieron intervenir cuando el hombre y la chica acababan de subir al domicilio del primero. En el registro de la casa del detenido hallaron un ordenador, dos teléfonos móviles y un disco duro en el que se encontraban fotos de contenido sexual de la chica.
Aunque el inspector Daniel Pérez no está seguro, según otros testimonios la madre era perfectamente consciente de lo que estaba sucediendo, de que “su hija mantenía encuentros sexuales con ese individuo. Incluso llegó a amenazar al presunto abusador con no seguir consintiendo con esa situación si él no le proporcionaba dinero, comida, alcohol y tabaco”.
El caso no acaba aquí. Con los menores ya a salvo en el centro de
La Policía rescata a la menor y detiene a un hombre por tener sexo con ella dándole dinero o alimentos
protección, la niña declaró que entre sus formas de buscarse la vida estuvo dos semanas trabajando en un comercio, limpiando durante varias horas, labor por la que el empresario únicamente pagaba cinco euros al día. Una vez identificado, el comerciante fue detenido como presunto autor de un delito contra los derechos de los trabajadores.