El piojo rojo provoca el aumento del precio del salmón en todo el mundo
Una conjunción de causas climáticas en Chile y la aparición de un parásito, el piojo rojo, en los salmones noruegos está causando el alza del precio del salmón de acuicultura a escala mundial, también en España. Según datos del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, en 2009 el precio medio que los consumidores españoles pagaban por un kilo de salmón era de 9,4 euros. En el 2016 fue de 12,8 euros por kilo, y en lo que llevamos del 2017 el salmón ya alcanza los 13,8 euros por kilo. El origen de este aumento del precio hay que buscarlo en dos lugares tan alejados geográficamente como Chile y Noruega, los dos principales productores de salmón de piscifactoría del mundo. Esta especie que se consume en España procede en un 95% de Noruega. Las exportaciones chilenas de este pescado a España son prácticamente testimoniales (menos del 5%), y la producción española es aún más pequeña, pues sólo existe una piscifactoría en Galicia, que ha empezado a comercializar piezas este mismo mes de julio.
También desde este verano, las instalaciones chilenas dedicadas a la cría del salmón se han visto afectadas por el cambio climático, concretamente por el fenómeno de El Niño. La temperatura del agua ha subido dos grados, lo que ha propiciado la aparición de una alga tóxica que ha provocado la muerte por asfixia de más de 30 millones de salmones en los últimos meses. En consecuencia, la oferta de salmón procedente de Chile se ha reducido y ha aumentado la demanda salmón noruego.
Pero Noruega no ha podido contrarrestar esta menor oferta y aumentar su producción por dos motivos. Por un lado, hace tiempo que la industria salmonera noruega lucha contra el piojo rojo (Lepeophtheirus salmonis), que en realidad es un crustáceo parasitario de un centímetro de tamaño que se adhiere a la piel del salmón y se alimenta de sus mucosas. Este parásito raspa la piel del pez, lo que le causa heridas que lo hacen más vulnerable a las infecciones. A las piscifactorías noruegas les cuesta 500 millones de euros luchar contra esta plaga, que además ha reducido la producción de salmón de ese país en un 5%.
Pero es que además la legislación noruega es muy estricta, y no permite un aumento de la producción de ese pescado, por lo que el número de licencias y zonas salmoneras se ha mantenido más o menos estable en los últimos años.
Si Chile no puede abastecer a sus clientes y Noruega no puede ofertar más salmón, y sus productores deben amortizar los costes de la lucha contra el piojo rojo, al final la ley de la oferta y la demanda se impone, y el precio sube.