CaixaBank controla el 85% del banco portugués BPI tras el éxito de la opa
La entidad aglutina una cuota del 20% del ahorro en el mercado ibérico
CaixaBank culminó ayer con éxito la toma de control mayoritario del banco portugués BPI después de años de negociaciones y varias operaciones fallidas. El resultado de la opa ayer finalizada se cerró con un alta aceptación, por lo que CaixaBank pasa de controlar el 45,5% al 85,5%. Como no se ha alcanzado el 90%, la entidad que preside Jordi Gual no está obligada a lanzar una opa de exclusión sobre el porcentaje que no controla. El coste de la operación para CaixaBank ha sido de 644,52 millones de euros.
BPI es el primer banco internacional que controlará de forma mayoritaria CaixaBank. Con la operación, la entidad catalana se convierte en la mayor del mercado ibérico, con cuotas de mercado del 20% en productos de ahorro a largo plazo, del 18% en fondos de inversión, del 14% en créditos y del 13% en depósitos. BPI es el quinto mayor grupo bancario de Portugal, con 39.000 millones de euros en activos, 1,8 millones de clientes en el país y una morosidad del 4,6%.
Durante la presentación ayer en Lisboa del resultado de la opa, el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, explicó que la aseguradora alemana Allianz permanece en el accionariado. Tenía un 8,43%. En cambio la inversora angoleña Isabel Dos Santos, con la que CaixaBank mantuvo un enfrentamiento por el control de BPI, ha abandonado finalmente el capital. “Nuestra intención es mantener el banco cotizado y tendremos que ver si la liquidez es suficiente” contestó Gortázar sobre la posibilidad de reducir a medio y largo plazo las acciones en BPI.
CaixaBank situará a Pablo Forero, actual director general de BPI, como consejero delegado. La entidad portuguesa, tal como estaba previsto, realizará una emisión de deuda pera reforzar el capital por importe de 225 millones de euros que CaixaBank se ha mostrado dispuesta a asumir.
Gortázar indicó que a diferencia de otras operaciones de compra e integraciones de bancos en España llevadas a cabo por CaixaBank, en este caso sí se prevé mantener la marca BPI.
En el folleto de la opa, CaixaBank informó que de cara al futuro preveía seguir con la misma estrategia en el ajuste de la capacidad instalada y la plantilla, lo que significa reducir el 16% del empleo en BPI durante los próximos tres años. Este ajuste implicaría el cierre de 52 oficinas este año, el equivalente al 9,5% de la red, y el recorte de 900 empleos. BPI contaba en el cuarto trimestre del año con 5.515 empleados y 545 sucursales. Gortázar declaró que “no va a haber cambios respecto a la política seguida por BPI” en la que no hay despidos colectivos sino ajustes pactados.
El fundador del banco, Artur Santos Silva, que pasará a ser presidente honorario, señaló que “no me preocupa ser una sucursal de un banco español” y recordó como en el pasado los inversores portugueses no acudieron a diferentes ampliaciones de capital y sí en cambio las apoyaron inversores internacionales como CaixaBank.
BPI mantiene aún un 48% del banco angoleño BFA, en el que también participa la inversora Isabel Dos Santos. Gortázar señaló ayer que analizarán la mejor solución para esa participación una vez ya cumplidos con los requerimientos del Banco central Europeo (BCE).
El banco sitúa como primer ejecutivo de BPI –en el que sigue Allianz– al español Pablo Forero