“Alemania y ustedes, la UE, ahora son rivales de EE.UU.”
¿Edad? Nunca jamás me daré por vencido. Fui embajador y enviado del presidente Clinton a Israel. La Casa Blanca hoy se considera en guerra contra el Ejército Islámico e Irán; y en guerra económica con Alemania, la UE, China, Japón, México y las élites glo
Qué hay hoy en la mente del presidente de EE.UU.? El presidente y su círculo se consideran en guerra. Fueron elegidos por la clase obrera blanca relegada por la globalización, a la que él aún se refiere como “el pueblo olvidado”, y ahora cumple lo que les prometió. Así espera poder ganar, en dos años, las elecciones al Congreso.
¿Qué iniciativas tomará?
En EE.UU. y la UE, las clases obreras y medias viven peor que antes de la globalización y la recesión y sus hijos aún esperan menos. Por eso se rebelan contra ella: contra el libre comercio y el libre flujo de personas y capitales. Y piden fronteras, aranceles, muros... Y él los va a construir.
¿Una renacionalización del mundo?
Y el presidente Trump será el líder del nuevo orden. Su equipo trabaja –y muy en serio– para forjar alianzas con las fuerzas antiglobalización de otros países europeos, como Le Pen o los partidarios del Brexit en el Reino Unido, para acabar con la UE y crear ese nuevo orden.
¿Quiénes son sus rivales?
Los países que tienen superávit comercial con EE.UU., que ahora le venden más de lo que le compran. Son Alemania y la UE a la que considera su vehículo, México, China y Japón.
Trump quiere anular los grandes tratados comerciales multilaterales vigentes y negociar después con ventaja nuevos acuerdos bilaterales con cada uno de esos países.
¿Pero no éramos aliados de siempre?
Que ustedes hayan sido aliados geoestratégicos no impide que el presidente, sus votantes y su equipo les consideren hoy adversarios económicos y comerciales y que actúen en consecuencia. Es decir, cambiando las reglas.
¿Y quiénes son sus enemigos?
Para el equipo Trump, el gran enemigo de EE.UU. es el fundamentalismo islámico: el Estado Islámico e Irán. A Rusia, que hasta ahora era el adversario que había que contener en Europa, la considera como un socio en esa lucha.
¿La OTAN ha dejado de ser esencial?
La considera obsoleta, porque fue concebida ante todo para frenar a la Unión Soviética, pero hoy ya no le sirve en su guerra declarada contra el Estado Islámico e Irán.
¿Dónde podría desatarse ya una guerra?
Contra Irán. Las probabilidades son muy altas, porque todo su equipo está de acuerdo en que es el peor enemigo; también lo es de Israel, Arabia Saudí, Egipto y otros países árabes aliados.
¿Irán será el Irak de Trump?
Puede serlo, además, porque demócratas y
republicanos coinciden en considerarlo una amenaza. Irán no tiene ni un solo aliado.
¿Por qué sube la bolsa en EE.UU.?
Porque el presidente va a aplicar recortes fiscales para las grandes empresas y un plan gigantesco de un billón de dólares para renovar infraestructuras. Además, ha logrado que Japón y los fondos soberanos de Arabia y países del Golfo hagan megainversiones en EE.UU.
¿Eso ayudará a su clase olvidada?
Generará miles de empleos para todos, especialmente el plan de infraestructuras, y hará subir sus sueldos –recuerde su freno a la emigración–, con lo que sería fácil que Estados Unidos duplique su crecimiento hasta el 4% o el 5%.
¿A qué coste?
Enorme déficit e inflación; aumento de barreras y las guerras comerciales además del colapso de las instituciones multilaterales y de la gobernanza y cooperación internacional.
No suena prometedor.
Puede devolvernos a etapas muy tristes.
¿Pero le hará ganar esas elecciones?
Yo creo que sí. Todo ese dinero y empleo dará a sus votantes la impresión de renovada prosperidad. Y durará al menos ese par de años.
Si su equipo está en guerra con las élites, ¿qué hacen los de Goldman Sachs en él?
Es una de sus contradicciones: combate la globalización y sus elites: lobbies, think-tanks, banqueros y grandes medios de comunicación, pero ha colocado más multimillonarios en su Gobierno que ningún presidente antes.
¿Los obreros que le votan no ven eso?
Creen, como él, en la teoría del vaso lleno, el de los ricos, que va desbordando su contenido de riqueza hacia los de abajo. Confían en una nueva complicidad nacionalista entre los de arriba y los de abajo que les beneficie a ellos.
¿Nadie puede frenar al presidente?
Los padres fundadores de EE.UU. crearon nuestro sistema sobre la división de poderes –ejecutivo, legislativo y judicial– para que ninguno prevalezca nunca sobre el otro.
Check and balance, pero... ¿funciona?
Lo acabamos de ver con la prohibición de entrada en EE.UU. a ciudadanos de ciertos países musulmanes y la reacción del poder judicial vetándola. Creo que ahora el veto llegará al Supremo y allí presenciaremos un debate crucial.
¿Quién lo ganará?
Los dos principios en contradicción son constitucionales: el mandato presidencial de defender a los ciudadanos y el derecho de las personas a la libertad religiosa en un país cuyos fundadores sufrieron persecuciones religiosas. La verdad es que no sé qué puede pasar.
¿Habrá aprendido algo la Casa Blanca?
Debería aprender a ser más deliberativa y que no sea sólo Bannon quien decida.
¿Y respecto a la UE, aprenderá algo?
Si ustedes no se unen y responden ya, podemos ver pronto el fin de la UE, del euro y del bloque occidental y el orden mundial tal como lo entendemos hoy.