Kim Jong Un
China y Rusia piden a los países en conflicto evitar una escalada de tensión
LÍDER DE COREA DEL NORTE
El líder norcoreano, Kim Jong Un, prosigue su escalada militar. El exitoso lanzamiento de un nuevo modelo de misil balístico capaz de cargar armas nucleares demuestra que Pyongyang ha mejorado su tecnología armamentística.
Corea del Norte ha logrado una vez más alcanzar la meta que se había propuesto con un nuevo lanzamiento de un misil balístico. El régimen de Kim Jong Un ha creado inquietud en Estados Unidos y sus aliados asiáticos, Japón y Corea del Sur, al mostrar nuevos avances en su arsenal militar y sugerir que las sanciones internacionales no le impiden seguir avanzando en su programa de armamento nuclear. El Consejo de Seguridad de la ONU se reunió anoche, en una sesión de urgencia, para evaluar la situación y discutir nuevas sanciones.
El régimen de Pyongyang anunció ayer con gran fanfarria que el lanzamiento de un nuevo misil de alcance medio llevado a cabo el domingo fue un éxito clamoroso y su máximo dirigente, Kim Jong Un, no cabía en sí de gozo. “El líder ha expresado su gran satisfacción por poseer otro potente medio de ataque nuclear que refuerza la formidable potencia del país”, dijo la agencia oficial norcoreana KCNA. La nueva arma es un misil tierra-tierra de medio y largo alcance, denominado Pukgukson-2, capaz de llevar una ojiva nuclear y alcanzar un objetivo situado a 3.500 kilómetros, según el ejército surcoreano. Seúl especula con que la industria de su vecino del norte lo habría fabricado a partir del éxito obtenido cuando disparó un misil balístico desde un submarino en agosto del 2016.
La novedad de este cohete, que ha causado la inquietud en Washington, Seúl y Tokio, es su sistema de propulsión. Se impulsa por un motor que utiliza combustible sólido, lo que significa que el carburante es almacenado previamente
Propulsado por combustible sólido, el misil supone un avance significativo de la tecnología norcoreana
y el misil puede ser lanzado rápidamente desde cualquier lugar. “Un sistema que hace que estos misiles sean mucho más difíciles de detectar por los radares y supongan una mayor amenaza para el adversario”, dijo Yun Duk Min, del Instituto de Asuntos Exteriores y de Seguridad de Seúl.
Otros expertos en Corea del Norte califican asimismo de “preocupante” el avance registrado por la tecnología norcoreana con este tiro. “Los grandes motores de combustible sólido son difíciles de hacer funcionar correctamente, así que este es, realmente, un avance significativo”, dijo a Reuters Jonathan McDowell, del Harvard Smithsonian Center for Astrophysics.
La realidad es que el lanzamiento del misil Pukgukson-2, que Seúl estima que fue para conocer la reacción de la nueva Administración Trump, alarmó a EE.UU. y a sus aliados asiáticos. Y la respuesta no se hizo esperar. Corea del Sur, Japón y los propios EE.UU. condenaron la acción y reclamaron una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de la ONU, que se celebró anoche en Nueva York.
China, principal aliado de Pyongyang, también censuró el tiro y pidió contención. “Todas las partes implicadas deberían mantener la calma y actuar con moderación”, reclamó Geng Shuang, portavoz de Exteriores desde Pekín. Rusia lamentó la acción norcoreana y pidió asimismo a las partes interesadas hacer gala de sangre fría y abstenerse de acciones que conduzcan a una escalada de la tensión.