Alerta sobre el déficit y la competitividad
PESE a la subida del petróleo, y pese a las incertidumbres políticas existentes, la Comisión Europea ha optado por el optimismo y mejora ligeramente las previsiones de crecimiento económico de la eurozona para este año y el próximo. El producto interior bruto (PIB) subirá el 1,6% en el 2017 y el 1,8% en el 2018, lo que propiciará un descenso de la tasa de paro hasta el 9,1% al final de este periodo. La inflación, asimismo, despegará este año hasta el 1,7%, después del 0,2% del 2016, y se reducirá hasta el 1,4% en el 2018.
El crecimiento de la eurozona es moderado pero sólido, basado fundamentalmente en el consumo interno, y se mantiene el alza desde hace quince trimestres. A corto plazo, los planes de estímulo de Donald Trump podrían mejorar las previsiones citadas, pero no se excluyen tampoco impactos negativos a medio plazo como consecuencia de las amenazas de proteccionismo comercial.
En este escenario, España volverá a ser el país de la eurozona, entre los grandes, que más crezca, pero con un ritmo menor. Frente al 3,2% alcanzado en el 2016 se pasará al 2,3% este año –dos décimas por debajo de la previsión del Gobierno– y hasta el 2,1% en el 2018, como consecuencia del fin de los estímulos que habían supuesto la bajada del precio del petróleo y de los impuestos. Esta desaceleración ha hecho aumentar las dudas de la Comisión Europea sobre la evolución de los ingresos fiscales y por ello teme que se incumpla el objetivo comprometido de reducción del déficit público. No se espera, en este sentido, que se pueda bajar del 3,5% del PIB en lugar del 3,1% previsto.
Para poder cumplir con el objetivo de déficit, a juicio de la Comisión Europea, haría falta un ajuste adicional de 4.400 millones de euros, en forma de recortes de gasto o de aumento de los impuestos. Ni el Gobierno ni la oposición por el momento están dispuestos a afrontarlo. Bruselas tampoco lo reclama porque ve la economía española bien orientada. Pero la reducción del déficit público es impor tantenosólo parac umplirconla snormas delapertenencia al euro, sino también para frenar el creciente endeudamiento del Estado, que llega al 100% del PIB, en una perspectiva a medio plazo de subidas de los tipos de interés que incrementaría la vulnerabilidad de la economía española y reduciría su margen de actuación presupuestaria.
Otra alerta importante de Bruselas sobre España es la que hace sobre el escaso aumento de la productividad, que, en un marco de mayores aumentos salariales, puede poner fin a las mejoras de competitividad logradas en los últimos años, lo que puede afectar a la creación de empleo.
Son dos avisos importantes sobre España que hay que tener muy presentes, en un escenario global de crecimiento económico sostenido para los dos próximos años.