Palabra mayor
Grigory Sokolov
Lugar y fecha: Palau de la Música
(12/II/2017)
Generalmente después de un recital de Sokolov hay que hablar de “palabras mayores” y resulta difícil no saldar los comentarios y las reflexiones con adjetivos que valoran la majestuosidad de su interpretación. Intentaremos no caer en ello aunque en el terreno coloquial los merezca y surjan naturalmente. ¿Por qué esta casi devoción del público que desde hace años llena las salas; por qué el melómano se sienta a escuchar con inquietud, a dejarse asombrar por un discurso sin alardes de virtuosismo, aunque mantiene alerta su percepción crítica, y finalmente se marcha cautivado por esta maestría, y generosidad, por parte del intérprete?
Los habituales saben ya de que las dos partes del concierto serán tres, y
que en las propinas transita obras de calado. En esta ocasión, además de estos Schubert, Chopin, Schumann que los incondicionales ya esperan sentados y confiados, el programa tenía un núcleo duro muy bien establecido en lo formal y en sus relaciones de ámbito tonal: tres obras magnas de Mozart, la Sonata en do mayor KV
545; Fantasía en Do menor y Sonata en do menor (KV 457) que tocó –en intención al menos– sin interrupción.
La Fantasía en particular brillo en entidad y claridad. Y en la serie, un lenguaje medido en cuanto a naturalidad con un cauteloso uso del pedal, el relieve que da al discurso la aparición de pequeñas células motívicas con una sonoridad perlada y brillante, nunca en exceso, apelando a lo sensible en el lenguaje mozartiano, a un Mozart adusto, a veces de tintes sombríos que denota ya las contradicciones personales. Y sobre todo asumiendo un tempo pausado, interior, casi inesperado, aunque abriendo camino a la densidad beethoveniana que seguiría. Y, en efecto, al retomar en la segunda parte con las también ininterrumpidas Sonatas en Mi menor nº 27 y en Do menor (lo subrayo) nº 32 de Beethoven, sonaba aún –como enlace mental– el tema reiterado de la Sonata de Mozart que cerró la primera parte.
Y el fraseo en Beethoven retomó la reflexión pausada que da tanto aire y amplitud al discurso, con claridad y ductilidad notable en las voces, y contrastes en la intencionalidad de los
rallentandos del comienzo. La versión de estas Sonatas fue de “palabras mayores”, de interioridad, madurez y solidez del discurso. Sorprendió por momentos con la integración en campos armónicos de resonancia, y con una clara disposición de eso tan difícil que es el ritmo interior, además –claro está– de la precisión y eficacia rítmica en sí. Por último, señalar la variedad que ejerce en la administración de las tensiones en el fraseo que concede una singular fuerza al discurso expresivo, a través de matices nunca exagerados, siempre sutiles. Por todo ello, “palabra mayor”.
JORGE DE PERSIA