La Berlinale se ríe con la británica ‘The party’, antípodas del Brexit ‘Estiu 1993’, de la catalana Carla Simón
Kristin Scott Thomas y Bruno Ganz protagonizan la cinta de Potter
Esta vez ha sido una producción británica con estrellas a bordo, The party (La fiesta), la que ha propiciado que se apreciara en la Berlinale la aversión que el grueso de los profesionales del cine siente por los populismos. Si la semana pasada oímos a los actores Richard Gere (que presentaba
The dinner), Maggie Gyllenhaal (miembro del jurado) y Stanley Tucci (como director con Final portrait) abominar de los modos y medidas del presidente estadounidense, Donald Trump, ayer fue la directora británica Sally Potter quien arremetió contra el Brexit y sus promotores. Su filme, dijo Potter en rueda de prensa, es “una declaración política”, y “una mirada ligera y amorosa a la situación de Inglaterra, de una Inglaterra rota”.
Tenía especial enjundia la crítica por ser The party una comedia política protagonizada por actores cotizados, con diálogos vitriólicos y vuelcos sorprendentes. La trama discurre encajonada en la casa de una dirigente que intuimos laborista, Janet (Kristin Scott Thomas), quien para celebrar que ha sido designada ministra de Sanidad en el gabinete en la sombra, da una pequeña fiesta con amigos. Entonces, su marido (Timothy Spall) anuncia que padece una enfermedad terminal. La cáustica cinta, de 71 minutos, rodada en blanco y negro, fue saludada con risas y aplausos en la primera proyección.
“Rodamos la película el año pasado en Trueba ha presentado ‘La reina de España’ en la sección Special, junto a Resines y Chino Darín dos semanas, y el referéndum del Brexit tuvo lugar durante el rodaje; al saberse el resultado, la mitad del equipo y del reparto apareció llorando”, evocó Sally Potter, que había escrito el guion en la época de las elecciones generales del Reino Unido de mayo del 2015, en las que saldría reelegido el conservador David Cameron.
Potter estuvo flanqueada por casi todo el reparto. Estaban el suizo Bruno Ganz, que interpreta al pintoresco novio naturista alemán de la mejor amiga de la ministra, encarnada por la estadounidense Patricia Clarkson –también presente–; y el irlandés Cillian Murphy, que da vida al marido de la asistente de la anfitriona. Faltaba la pareja de lesbianas del filme, que redondean una trama que, de revelación en revelación, es cada vez más farsesca. En total, siete intérpretes, más la música, casi un octavo personaje.
“Este reparto internacional era la oposición a la dinámica del Brexit”, dijo la directora, que citó también al respecto al director de fotografía, el ruso Alexéi Rodianov, “que en la antigua tradición rusa, esculpe con la luz, sin grandes medios tecnológicos”, y a los diseñadores argentinos y al equipo de sonido francés. “Yo quería hacer feliz a la señora Merkel, que pudiera ver a un buen alemán en una película”, bromeó Bruno Ganz, evocando su interpretación de Adolf Hitler en El hundimiento (2004). “En el rodaje sentía casi los nervios del teatro; sólo teníamos dos semanas y no había tiempo para repetir muchas tomas”, confesó Scott Thomas.
También ayer se proyectaron en la sección oficial a concurso la cinta japonesa
Mr Long, dirigida por Sabu, y la germanobritánica Helle nächte (Noches brillantes), de Thomas Arslan. Y en la sección Special se presentó La reina de España, del cineasta Fernando Trueba, quien en la rueda de prensa anoche reivindicó de nuevo “la tradición de Azcona y Berlanga, pero también la de la comedia estadounidense realizada por europeos en Hollywood, y la comedia italiana”. También recordó a la prensa internacional que el general Franco como personaje ha aparecido en varias comedias españolas.
Junto al director estaban Antonio Resines, ya presente en 1998 en La niña de tus
ojos, y el argentino Chino Darín, incorporado a la secuela. “Soy el más joven, y todos los demás actores, que ya se conocían, prácticamente me adoptaron –contó Darín–. Fue fantástico trabajar con Penélope Cruz, me ayudó a controlar los nervios”. Cruz no estuvo en la presentación.