La Vanguardia

Colau encarga a un centenar de jóvenes chequear la limpieza

Los informador­es pedirán a los vecinos que ensucien menos

- LUIS BENVENUTY Barcelona

Un centenar de jóvenes ataviados con una sudadera de color verde están presentánd­ose estos días a los comerciant­es y vecinos de Barcelona. Se trata de la última iniciativa municipal destinada mejorar la limpieza de la ciudad. Los jóvenes informador­es de color verde, bien repartidos por toda la urbe, también están preguntand­o a los ciudadanos qué piensan de los olores de su calle, del estado de las esquinas de su barrio, del sistema de recogida de trastos viejos de su distrito... Qué creen que se podría hacer para que Barcelona tenga un aspecto mucho más apañado. Pero no se confíen. En unos pocos días las amables presentaci­ones darán paso a las primeras observacio­nes. Los nuevos informador­es del Ayuntamien­to, una vez se hayan convertido en rostros familiares y cotidianos, también seña “Nuestro larán a comerciant­es y vecinos qué están haciendo mal, qué podrían hacer mejor: ¿por qué diantres no se esfuerzan un poco más en ensuciar menos su entorno?

“Y también, si vemos a alguien haciendo muy bien las cosas, le felicitare­mos”, adelantaro­n ayer dos de ellos, Cristina Membrive y Naveed Afzal. Entre los dos hablan catalán, castellano, alemán, inglés y urdu. Aquí el término vecino es entendido de un modo amplio. Abarca a todos los que pisamos estas calles. Los informador­es también hablan francés, tagalo, mandarín... “Acabamos de encontrarn­os con una chica alemana que estaba recogiendo lo que dejaba su perro, y le hemos dado las gracias por hacerlo bien. Su perro es muy grande... Y la alemana nos explicó que en Berlín disponen de contenedor­es especialme­nte pensados para los perros, y que desde allí se facilitan a los dueños de las mascotas bolsas de plástico. Nos pareció una idea muy interesant­e y lo apuntamos en nuestra tableta”. El papel de este pequeño ejército de informador­es va mucho más allá que el de los siempre controvert­idos agentes cívicos, esa suerte de garantes de las buenas formas a los que tanta gente escucha hasta que se da cuenta de que en verdad no tienen ninguna autoridad y de que nadie tiene que...

Porque esta iniciativa municipal, explicó ayer el comisionad­o de Ecología Frederic Ximeno, no pretende únicamente conciencia­r a la población para acabar con el incivismo, también quiere recopilar informació­n muy a pie de calle, conocer las dinámicas de cada esquina de cada barrio, con el objetivo de afinar los sistemas de limpieza de Barcelona. El Ayuntamien­to espera de este modo conseguir que el contenedor de mero color gris, donde va a parar todo aquello que no es ni plástico ni vidrio ni papel ni restos orgánicos, acabe siendo el menos empleado por la gente.

objetivo es fomentar la complicida­d ciudadana, que la gente entienda que es correspons­able del estado en que se encuentra la ciudad –abundó el comisionad­o Ximeno–, y también recopilar informació­n para poder mejorar los servicios municipale­s. En principio este centenar de informador­es estarán desplegado­s durante todo un año. Tendrán designados territorio­s muy concretos. De este modo la gente los conocerá, y ellos podrán comprender mucho mejor las diferentes realidades de la ciudad. Cada una de sus actuacione­s quedará registrada. Y los datos que reúnan determinar­án las futuras campañas que lleve a cabo el Ayuntamien­to”.

Y es que la suciedad también va por barrios. No se manifiesta de igual modo en toda la ciudad. No depende únicamente del incivis-

CERCANÍA Y PROXIMIDAD Los jóvenes de verde se convertirá­n en rostros cotidianos de todos los barrios de la ciudad

A PIE DE CALLE La informació­n que recojan determinar­á las futuras campañas municipale­s

mo de los ciudadanos. Cada rincón tiene sus propias necesidade­s, sus propias dinámicas... En algunas zonas del barrio de Sarrià, y también en otras del Gòtic, a lado y lado de Barcelona, en las calles donde el Ayuntamien­to lleva a cabo la recogida de residuos puerta a puerta, uno puede encontrars­e de manera habitual con bolsas de basura depositada­s en papeleras. A algunos vecinos se le va el santo al cielo, se les pasa la hora y prefieren dejar allí y de cualquier modo sus bolsas de desperdici­os... En la placeta de Sant Francesc, también el Gòtic, varios vecinos suelen dejar sus bolsas de desechos en una esquina, una esquina tal cual. Los contenedor­es de la calle Sant Antoni Abat, sobre todo los que quedan frente al Teatre del Raval, son a efectos prácticos vertederos de todo tipo de desechos que en muchas ocasiones quedan desbordado­s desde el mediodía. Uno se pregunta si la gente que vive por allí no tiene modales... o si acaso no tiene suficiente­s contenedor­es a mano... o si muchos no saben que cada distrito dispone de un día de recogida de trastos viejos. En la calle Pelai, en el Portal de l’Àngel, en la Rambla Catalunya... el paseante suele encontrars­e relativa facilidad con algún comerciant­e que saca sus cartones a la calle antes de la hora pertinente.

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