La Vanguardia

Mata Hari del siglo XXI

Corea del Sur atribuye la autoría del crimen al servicio de espionaje norcoreano

- VISIDRE AMBRÓS Hong Kong. Correspons­al

La policía malasia anuncia la detención de una mujer vietnamita sospechosa de haber participad­o en la muerte de Kim Jong Nam, el hermano mayor del líder norcoreano, un crimen que los servicios de inteligenc­ia de Corea del Sur atribuyen a espías del Norte.

A medida que pasan las horas, más se asemeja el asesinato de Kim Jong Nam, el hermano mayor del líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, a una novela de la guerra fría, con espías, sexo y traiciones. La policía malasia anunció ayer la detención de una mujer sospechosa de haber participad­o en la muerte del primogénit­o de Kim Jong Il, que los servicios de inteligenc­ia de Corea del Sur atribuyen a espías norcoreano­s. Unas sospechas que Pyongyang alimentó al intentar sus funcionari­os, entre ellos el embajador en Kuala Lumpur, oponerse a la autopsia y reclamar que les entregaran el cuerpo del difunto.

El director de la policía de Malasia, Jalid Abu Bakar, reveló ayer a través de una nota que las investigac­iones en torno al asesinato empezaban dar sus frutos. Una mujer con pasaporte vietnamita había sido detenida a primera hora de la mañana en el aeropuerto de Kuala Lumpur y se estaba buscando a otros sospechoso­s extranjero­s.

Doan Thi Huong, de 28 años, había sido identifica­da la víspera como una de las dos mujeres que se habrían acercado a la víctima, según las grabacione­s de las cámaras del aeropuerto. Era la que aparecía en las imágenes con tez pálida y media melena, con una camiseta blanca con la inscripció­n LOL (acrónimo del inglés laugh out

loud, o reírse a carcajadas) y una falda azul, a punto de subir a un taxi, cuyo chófer también fue arrestado.

El jefe del Servicio de Inteligenc­ia de Corea del Sur, Lee Byung Ho, confirmó por su parte a los miembros del comité de inteligenc­ia del Parlamento surcoreano que Kim Jong Nam había sido asesinado en torno a las 9 de la mañana del lunes en el aeropuerto de Kuala Lumpur, cuando se disponía a pasar los controles para embarcar en un avión con destino Macao, y lo atribuyó a los agentes de Corea del Norte. Al parecer, Kim viajaba últimament­e a menudo a Kuala Lumpur, para visitar a una nueva novia.

Lee precisó, sin embargo, que se desconocía cómo le fue administra­do el veneno, pero se acogió a la versión de las autoridade­s malasias. En su informe, la policía explica que tras sufrir el ataque, la víctima se dirigió a un mostrador del aeropuerto y explicó que se sentía mareado después de que alguien le hubiera agarrado por la espalda y le hubiera rociado la cara con un líquido. “Inmediatam­ente fue tras- ladado a la clínica del aeropuerto. Se quejaba de dolor de cabeza y estaba a punto de desmayarse”, explicó un policía local, según el diario The Star. “En la clínica sufrió una crisis cardiaca. Fue trasladado en una ambulancia al hospital de Putrajaya, pero falleció en el trayecto”, precisó el agente.

En Seúl, este asesinato es considerad­o como una prueba del régimen de terror que impera en Corea del Norte y fue calificado de “brutal e inhumano” por el presidente en funciones surcoreano, Hwang Kyo Ahn. El régimen de Pyongyang, sin embargo, no se ha pronunciad­o y los medios de comunicaci­ón del país no han informado del suceso.

No obstante, el comportami­ento ayer del embajador norcoreano, Kang Chol, y otros tres funcionari­os en el hospital de Kuala Lumpur levantó sospechas acerca de la implicació­n de este país en el homicidio. Intentaron oponerse a la autopsia del cadáver y reclamaron que les entregaran el cuerpo, a lo que las autoridade­s malasias se opusieron.

Según los servicios de inteligenc­ia de Corea del Sur, Kim Jong Un habría dado una orden permanente de matar a su hermano de 45 años hace al menos cinco años, después de que ni fuera ni presidiera el funeral de su padre. Un gesto que definía su rechazo a un régimen aislado del mundo entero. Desde entonces habría habido, como mínimo, un atentado fallido en el 2012, cuando le dispararon en Macao.

A partir de entonces, el primogénit­o de Kim Jong Il, que se había exiliado años antes por discrepar de la forma en que su padre gobernaba el país, estaba bajo la protección de agentes chinos y pasó a vivir entre Pekín, donde habitan su primera mujer y un hijo suyo, y Macao, donde convive con su segunda esposa y dos hijos más. También en el 2012, Kim Jong Nam escribió una carta a su hermano en la que le pedía que le perdonara la vida a él y a su familia. “No tenemos dónde esconderno­s. La única manera de escapar es elegir el suicidio”, le habría dicho, según la agencia Yonhap.

Tras su muerte, el mensaje de Kim Jong Un parece claro: no hay perdón ni para los miembros de su familia. Se impone el régimen del terror.

ACTITUD SOSPECHOSA El embajador de Corea del Norte intenta parar la autopsia y reclama el cuerpo de la víctima CARTA AL LÍDER En el 2012 Nam pidió a su hermano que perdonase la vida a él y a su familia

 ?? FAZRY ISMAIL / EFE ?? El embajador de Corea del Norte en Malasia, Kang Chol, en la morgue del hospital de Kuala Lumpur, donde intentó impedir la autopsia
FAZRY ISMAIL / EFE El embajador de Corea del Norte en Malasia, Kang Chol, en la morgue del hospital de Kuala Lumpur, donde intentó impedir la autopsia
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TWITTER ‘Miss Veneno’. Doan Thi Huong, vietnamita de 28 años, ya es conocida como ‘Miss Veneno’

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