La luz, por las nubes
La electricidad ha registrado un incremento interanual del 26%, coincidiendo con las fuertes subidas de precios en el mercado mayorista, y es, con los carburantes, la principal culpable de que la inflación saltara en enero hasta el 3%.
La electricidad y los carburantes son los principales culpables de que la inflación saltara el pasado enero hasta el 3%. La electricidad registró un incremento interanual de nada menos que el 26%, coincidiendo con las fuertes subidas de precios en el mercado mayorista. En cuanto a los combustibles y carburantes, la tasa anual del IPC aumentó un 13,9% (un 16,3%, si se tiene en cuenta la gasolina, diésel y lubricantes para coches), según confirmó ayer el INE.
Estas subidas han supuesto que el gasto de los consumidores en vivienda se incremente el 7,4% (más de 6,5 puntos que en diciembre) y el de transporte el 7,6% (casi tres puntos más que el mes anterior). Entre las subidas más relevantes se encuentran también las legumbres y hortalizas frescas, cuyos precios aumentaron un 17,9%, propiciado por los temporales que han azotado toda Europa.
Mientras, entre los pocos grupos de la cesta de la compra que han rebajado la pronunciada tendencia al alza de los precios figuran otros bienes y servicios (+1,4%, frente al 1,9% de enero del 2016), sobre todo por los seguros, así como las comunicaciones, con una tasa anual del 2,6%, gracias al descenso de los servicios de telefonía.
Ya advirtió el ministro de Economía, Luis de Guindos, que la inflación se ha disparado al acusar la comparación con un enero del 2016 en el que se produjo sensibles bajadas en el precio de los productos energéticos. El “efecto base”, indicó, durará meses: Guindos apuntó que estos niveles de inflación, inéditos desde octubre del 2012, se mantendrán con toda probabilidad durante el primer semestre del año. Entonces, esperan en Economía que se acerquen al 2% y hacia la segunda parte del año vayan confluyendo con la inflación subyacente (que lleva varios meses rondando el 1%). Cuando hace unos días se conoció el adelanto del IPC, el Gobierno aprovechó para descongelar el reglamento de la ley de desindexación, que trata de evitar una espiral inflacionaria en lo precios públicos por el contagio del repunte del precio de determinados productos al resto de servicios y artículos.