El candidato cristiano acusado de blasfemo, el más votado en Yakarta
El actual gobernador cristiano de Yakarta, que se sienta en el banquillo de los acusados por insultar al islam, se erigió ayer en el candidato más votado en las elecciones locales celebradas en Indonesia, aunque es difícil que revalide su cargo. Unos comicios que han despertado una gran expectación por considerarse una prueba sobre la tolerancia religiosa en el mayor país musulmán del planeta.
Basuki Tjahaja Purname, conocido popularmente por el nombre de Ahok, lideró el escrutinio, pero no pudo superar la barrera del 50% de los sufragios para ser elegido directamente, con lo que deberá competir en una segunda vuelta. Una votación en la que posiblemente no obtenga los apoyos suficientes para mantenerse en el puesto.
Según todos los sondeos a pie de urna, Ahok, cristiano y de origen chino, habría obtenido en torno al 43% de los votos. Su principal contrincante, el exministro de Educación Anies Baswedan, habría logrado el 39% y el otro candidato musulmán, Agus Yudhoyono, un 17% de los sufragios.
Los resultados oficiales no se conocerán hasta principios de marzo, pero teniendo en cuenta estas estimaciones de voto (habitualmente fiables en Indonesia), todo hace pensar que Ahok y Baswedan se disputarán el cargo de gobernador de Yakarta, considerado como un trampolín para la presidencia del país, el 19 de abril. Una confrontación en la que debería resultar vencedor Baswedan, que se beneficiaría de los votos de Agus Yudhoyono.
Ahok, el primer gobernador cristiano de Yakarta en más de medio siglo, partía como favorito para renovar en el cargo. Se ganó el favor de la población con su determinación a la hora de luchar contra la corrupción y por impulsar importantes reformas para organizar Yakarta, una metrópolis presa de los atascos. Sin embargo, cayó víctima de su franqueza al enfocar los temas.
En un debate electoral corrigió a los ulemas y les dijo que interpretaban erróneamente el Corán, al afirmar que un musulmán sólo puede elegir a un dirigente musulmán. Tal observación provocó la reacción de los islamistas más conservadores en este país de más de 250 millones de musulmanes, y fue acusado de blasfemo y llevado ante la justicia.
La apertura de esta causa le ha hecho perder numerosos votos y los analistas opinan que es muy difícil que gane en la segunda vuelta, en la que los electores deberán elegir entre un candidato cristiano y otro musulmán.