Rivera propone “despolitizar” la elección del Constitucional
Santamaría replica a Cs asegurando que el Gobierno garantiza su independencia
La despolitización de la justicia fue uno de los banderines de enganche con los que Albert Rivera se lanzó en el 2013 a recorrer media España con Movimiento Ciudadano, plataforma diseñada para testar si sus pretensiones de saltar a la política española contaban con suficiente masa crítica. Una despolitización de la justicia, empezando por el Tribunal Constitucional, que el líder liberal llevará al Congreso la semana que viene con una propuesta de reforma de la ley del TC que permitiría hacer modificaciones en su funcionamiento sin tener que abordar la reforma de la Constitución.
Esta propuesta, que no forma parte del acuerdo de investidura que sellaron Partido Popular y Cs en julio, busca garantizar la independencia de los magistrados alargando por ejemplo sus mandatos y permitiéndoles por ejemplo la jubilación a los 75 años.
La iniciativa de Cs, dirigida contra el “bipartidismo judicial”, plantea medidas de control que pongan fin a las “puertas giratorias” y que en la elección de los vocales del TC el “mérito y la trayectoria profesional”, exigiendo un mínimo de 25 años de experiencia, estén por encima de las afinidades y preferencias de los partidos.
Una propuesta que ya se ha topado con la resistencia del PP y del PSOE, pero en privado y lejos de los focos de las cámaras, según desveló Albert Rivera, hay bastantes diputados que no están de acuerdo con la “politización” y que el presidente del Alto Tribunal “sea un diputado de su partido”.
Palabras que hacen referencia a la intención del Ejecutivo de Rajoy de colocar a Andrés Ollero, exdiputado del PP, al frente del Constitucional.
La intención de Rivera lo enfrentó ayer en la sesión de control al Gobierno con la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, a quien reprochó que en un momento en el que en Catalunya está en marcha un reto “al orden constitucional” no parece “una buena idea” proponer exdiputados del PP para que “ocupen sillas a este organismo”. Razón por la cual acusó al Gobierno de “no entender que el país haya cambiado” y avisó de que no avalarán un proceso en el que “Ferraz y Génova se reparten los cargos”.
La respuesta de Santamaría, que hace unas semanas ya se enganchó dialécticamente con Rivera en el Congreso por la intención de Cs de eliminar los aforamientos de diputados y senado-res, se centró en asegurar que el Gobierno “garantiza y garantizará” la independencia del Alto Tribunal. Al tiempo que le reprochó unas críticas que, entiende, no ayudan a reforzar al TC ante los ataques del independentismo.
La vicepresidenta, que el lunes volverá a estar en Catalunya dentro de la llamada operación diálogo, remarcó que al presidente y al vicepresidente del Tribunal Constitucional lo eligen sus propios miembros por votación secreta. Asimismo recordó que el sistema de elección es muy similar al de otros países europeos, como por ejemplo Francia, Portugal e Italia. Concluyó su réplica parlamentaria señalando que por el TC han pasado los mejores juristas del país.