Premios de la AIBG
Después de Córdoba (España), Guanajuato (México) y Mérida (España), Buenos Aires ejerce como Capital Iberoamericana de la Cultura Gastronómica 2017. Y le sobran razones a la ciudad del Río de la Plata para ese reconocimiento, porque sintetiza toda la culinaria argentina. Allí se entregarán, en septiembre, los I Premios Iberoamericanos de Gastronomía, que, estoy seguro, alcanzarán un gran prestigio año tras año.
La apasionante propuesta culinaria local será la protagonista durante la capitalidad, que se dio a conocer en el curso de la VIII asamblea general de la Academia Iberoamericana de Gastronomía (AIBG), celebrada en noviembre en Buenos Aires y donde volvimos a constatar que la cultura gastronómica iberoamericana está entre las mejores del mundo. La marca Capital Iberoamericana de la Cultura Gastronómica es una designación que otorga la AIBG y que nace para recordar, cada año, la importancia de la oferta gastronómica de Iberoamérica.
Como han hecho sus predecesoras, Buenos Aires hará énfasis, durante estos doce meses, en sus alimentos, bebidas, mercados y restaurantes, organizando los I Juegos Gastronómicos Iberoamericanos, la II Feria Iberoamericana de Gastronomía (Fibega), la I Cena Virtual Iberoamericana o el II Congreso Visión Global de la Gastronomía en el siglo XXI.
Y entre ellos, los ambiciosos I Premios Iberoamericanos de Gastronomía, que entregará la AIBG en el mes de septiembre, en Buenos Aires, en sus cuatro categorías: Saludable, Solidario, Sostenible y Satisfactorio, porque cada uno de ellos responde a una de las “cuatro eses” de la gastronomía del siglo XXI.
El premio Saludable parte de la base de que cualquier propuesta gastronómica de calidad ha de ser, por principio, saludable, porque lo más importante a la hora de comer es ingerir las calorías y los nutrientes necesarios para tener calidad de vida y salud. El premio Solidario, porque se trata, ante todo, de acabar con el hambre y la malnutrición en el mundo. El premio Sostenible se fundamenta en que hay que pensar siempre en las futuras generaciones, que han de disfrutar del derecho a comer saludablemente. Y el premio Satisfactorio, porque la gente comerá saludable, solidaria y sosteniblemente siempre que disfrute. Al fin y al cabo, la satisfacción implica aprender a comer.