La seguridad en las pistas
Las estaciones hacen bajar los aludes de forma preventiva después de una nevada
La nieve ha vuelto a cubrir de blanco la cara sur de los Pirineos. La última perturbación, con vientos húmedos del este, dejó nuevos gruesos de más de medio metro. Con un nivel de 4 sobre 5 en la escala europea de peligro de aludes, las pistas se vieron obligadas a cerrar diversas áreas, y hacer bajar la nieve de forma controlada, antes abrirlas.
Esquí sí, pero con precaución. La última nevada ha propiciado un manto nival inestable. Se trata de una nieve pesada que se acumula en forma de ventisquero por el viento y que puede romperse con facilidad al paso de los propios esquiadores, desencadenando los aludes de placa tal y como pasó esta semana en la estación francesa de Tignes. Por ello, se desaconseja el esquí de montaña en estas áreas de montaña hasta que se estabilice la nieve.
Con el fin de garantizar la seguridad de los usuarios en las pistas de esquí, las estaciones poseen un protocolo de actuación ante los estadios de nevadas. Enric Serra, director de Vallter 2000, explica que ayer “se hizo una acción preventiva con explosivos en los puntos de entrada a la estación y cerca de la carretera”. Y añade, que “se actúa conjuntamente con el Institut Cartogràfic i Geològic de Catalunya (ICGC). Por lo que se hace un análisis geográfico de los puntos que puedan afectar a pistas e instalaciones”.
La cosa cambia fuera de las áreas esquiables. Aunque colindantes con las pistas, son zonas de montaña que no forman parte de las estaciones. “La actuación de prevención de aludes se activa sólo en la propia estación”, prosigue Enric.
En España no existe legislación alguna que regule la práctica del freeride fuera del propio dominio. Sin embargo, las estaciones ofrecen la información del riesgo de aludes de forma muy específica. “Desde la estación se avisa con pancartas a los usuarios del peligro que supone salir fuera de las zonas balizadas, y del riesgo que asume el propio esquiador en caso de obviar las indicaciones”, finaliza Serra.
Junto a Protecció Civil de la Generalitat, a través de plan Allaucat, el ICGC emite a diario el boletín de peligro de aludes. Igualmente, ha editado el tríptico Atención con los aludes, una información que trata de concienciar a los aficionados de los factores naturales de riesgo que procura la actividad en la montaña.
Y aunque el riesgo cero en la montaña no existe, cada vez son más las pistas que ofertan itinerarios de montaña balizados y controlados por el propio centro. Unas áreas que se abren cuando las condiciones son propicias. Finalmente, se recomienda el uso de Detector de Víctimas de Aludes (DVA), pala y sonda, tener un seguro de accidentes además de contar con alguna app como My 112 o Alpify.
EL RIESGO CERO NO EXISTE Junto al peligro natural de la montaña, hay que estar atento al boletín de aludes antes de salir fuera pistas