Linde plantea elevar otra vez la edad de jubilación
El supervisor aboga por planes privados complementarios
El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, se presentó ayer ante la comisión del Pacto de Toledo armado con las conclusiones de un reciente análisis sobre las pensiones realizado por los técnicos de su propia casa. En ellas se basó Linde para ofrecer su diagnóstico sobre la sostenibilidad del sistema de público de pensiones, una exposición “aritmética” con la que aseguró evitaba ofrecer recetas concretas, pero en las que apuntó medidas que el supervisor entiende “justificadas” como la idea de llevar la edad de jubilación más allá de los 67 años.
Marcado por la polémica sobre la investigación de la Audiencia Nacional del papel del Banco de España en la salida a bolsa de Bankia, el gobernador vio como el líder de Podemos, Pablo Iglesias, asumía excepcionalmente la portavocía de su grupo en la comisión. Iglesias mantuvo un largo rifirrafe con la presidenta de la comisión, Celia Villalobos, al tratar en varias ocasiones y de forma infructuosa de pedir cuentas a Linde por el caso Bankia. El máximo responsable del órgano supervisor, avisado por Villalobos de que debía ceñirse a las pensiones, no dijo ni un palabra sobre la salida a bolsa del banco nacionalizado.
Por lo que respecta a la comparecencia parlamentaria en sí, Linde puso sobre la mesa “retrasos adicionales en la edad de jubilación, opción que podría estar justificada por el incremento de la esperanza de vida, el retraso en la entrada en el mundo laboral, los menores necesidades físicas requeridas por la mayoría de trabajos en la actualidad y la mejora de las condiciones físicas en edades más avanzadas”. “Cualquier medida encaminada a desincentivar la jubilación anticipada y permitir la ampliación laboral por encima de los 67 años tendría efectos positivos sobre la sostenibilidad financiera del sistemas”, defendió a renglón seguido.
En el capítulo del incremento de los ingresos, Linde también abordó la posibilidad de que parte de las prestaciones sean financiadas con impuestos, como ha propuesto el Gobierno del Partido Popular. Aunque puso en duda la conveniencia de romper con el carácter contributivo de pensiones como las de viudedad u orfandad, el gobernador sí se inclinó por emplear en todo caso los impuestos indirectos. Para argumentarlo recordó que en España la tributación directa tiene mayor peso que en otros países de referencia.
Tampoco tuvo reparos para advertir de las consecuencias negativas sobre el empleo, al aumentar los coste laborales, que puede tener el denominado destope de la cotización sobre los sueldos más elevados. “Las cotizaciones son impuestos al trabajo y son más altas que en nuestro entorno; en principio, una nueva vuelta de tuerca no sería deseable por su impacto en el empleo”, explicó.
El máximo responsable del supervisor evitó hablar del impacto en el poder adquisitivo de los pensionistas a corto y medio plazo por la aplicación de las últimas reformas. Sin embargo, sí reconoció que el escenario que ahora se abre de una inflación cercana al 2% plantea un problema que ha estado “dormido” durante años.
Ante un panorama de aumento de la proporción de pensionistas sobre personas en edad de trabajar y la caída de la pensiones por un índice de revalorización congelado en el 0,25% y la implantación a partir del 2019 del índice de sostenibilidad, Linde volvió a defender los fondos de pensiones privados. Insistió, además, en que han de ser complementarios y en que su gestión puede ser pública, privada o mixta.
COTIZACIÓN MÁXIMA Subir la cotización de los sueldos más altos afecta negativamente al empleo, avisa Linde
RIFIRRAFE EN LA COMISIÓN Celia Villalobos y Pablo Iglesias se enzarzan por el caso Bankia