Un informe afirma que el Bicing salva 12 vidas al año
El Bicicleta Club de Catalunya abre un debate ciudadano para saber cómo mejorar el Bicing, cuyo contrato vence el mes de marzo
Un estudio del Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental pone cifras a los indudables beneficios del pedaleo para la salud. Según los científicos de este organismo público, el Bicing evita más de doce muertes al año a causa de la actividad física que realizan sus usuarios. Esta institución, fundada en el 2005 e impulsada por la Generalitat, el hospital del Mar y la Universitat Pompeu Fabra, también subraya que el sistema público de bicicletas de Barcelona “supone un importante ahorro en costes sanitarios”. Estas conclusiones coinciden con las de la Organización Mundial de la Salud, que defiende las ventajas de actividades como caminar o pedalear.
Las bicicletas no son el problema sino la solución, dice el BACC, el Bicicleta Club de Catalunya, una de las principales plataformas de defensa y promoción de las dos ruedas. La asociación acaba de realizar una campaña para tratar de influir en el nuevo modelo de Bicing, con la presentación de un exhaustivo informe sobre la implantación y el futuro de esta iniciativa. El documento cita, entre otras investigaciones, la realizada por el Centro de Epidemiología Ambiental.
El Bicing representa el 30% de los viajes en bicicleta que se realizan a diario en la capital catalana. El servicio está gestionado por la empresa Clear Channel, cuyo contrato expira el próximo mes de marzo, aunque el Ayuntamiento de Barcelona aún no ha anunciado las condiciones del nuevo concurso público, al que la actual operadora tiene previsto volver a presentarse. El estudio del BACC, que activistas como Rubén Carbonero, Carles Benito y Joan Valls han presentado esta semana, está disponible en la web de la plataforma (bacc.cat) y pretende recoger propuestas ciudadanas para mejorar una iniciativa que, en su opinión, “se ha estancado en los últimos años”.
Barcelona cuenta hoy con 420 estaciones mecánicas –es decir, puntos de anclaje para bicicletas convencionales– y sólo 46 estaciones para bicis eléctricas, “que además no están a la vista de los usuarios y casi siempre se ubican en aparcamientos subterráneos, lo que dificulta su uso y reduce su visibilidad y reconocimiento por parte de los clientes potenciales”.
La integración y mejora de las bicicletas eléctricas será precisamente uno de los principales retos del nuevo Bicing. Otro será cómo frenar la progresiva pérdida de abonados, que llegaron a los 120.000 en el 2012 y ahora son unos 100.000. Según el BACC, el sistema, que impone por contrato un máximo de 6.000 bicicletas, se diseñó para 65.000 usuarios, “lo que limita sus posibilidades”.
A diferencia de otros servicios, como los implantados en Madrid, Londres, París o Nueva York, el Bicing sólo admite un tipo de abono, el anual, que cuesta 47,16 euros. La posibilidad de otros abonos de más corta duración, de una semana o incluso de un día, es una de las propuestas que estudian los autores del informe para abrir la puerta a usuarios que no residan en Barcelona y “para avanzar en el pleno reconocimiento de la bicicleta como un sistema de transporte público”.
El sistema público de bicicletas tiene en la capital catalana 420 estaciones mecánicas y sólo 46 eléctricas