La Vanguardia

El velo y el fusil

El uso del velo en el ejército, última institució­n que lo vetaba, abre una nueva era en Turquía

- RICARDO GINÉS Estambul. Correspons­al

La entrada del velo en el ejército turco, histórico defensor del carácter laico del Estado, simboliza el cambio sufrido por el país otomano desde la llegada de Erdogan al poder, una transforma­ción que permitirá a las mujeres pilotar aviones de combate luciendo el hiyab.

El ejército turco y el velo islámico: pocas cosas habrá que parezcan más antagónica­s. Eso al menos desde 1923, con la fundación de la República turca, hasta ayer. En una decisión inmediatam­ente calificada como histórica, el Alto Mando anunció que daba luz verde al uso del velo en sus instalacio­nes para las mujeres militares –suboficial­es, cadetes y soldados– que así lo deseen.

De acuerdo con las nuevas reglas del Ministerio de Defensa, recogidas en un teletipo de la agencia semiestata­l Anadolu, las mujeres soldados podrán llevar un velo islámico debajo de sus gorros o boinas siempre y cuando sea del mismo color que su uniforme y no tenga estampados.

De este modo posibilita por ejemplo que Merve Gürbüz, si supera con éxito los exámenes de graduación, se convierta en la primera mujer piloto de un caza turco con velo. Y siga la estela así, paradójica­mente, de Sabiha Gökcen, primera piloto del ejército turco e hija adoptiva de Mustafa Kemal Atatürk, el general que a sangre y fuego consiguió independiz­ar Turquía y convertirs­e en su primer presidente.

Aunque la luz verde se veía venir –en noviembre del 2016 se permitió al personal femenino civil llevar velo en instalacio­nes militares– el paso tiene sin duda un elevado carácter simbólico puesto que rompe con un tabú y abre así una nueva era.

Basta recordar que el ejército, autoprocla­mado guardián de las esencias laicistas como ADN de la moderna Turquía –sucesora jurídica del imperio otomano– intentó ya desde el comienzo del nuevo país eliminar el velo para implementa­r mejor la estricta agenda de separación entre Estado y religión islámica, puesto que contemplab­a la prenda sobre todo como un vestigio atávico de esclavitud patriarcal procedente de fenecidos tiempos otomanos.

En los años ochenta, con el golpe de Estado, llegó la prohibició­n terminante de llevar velo en todas las institucio­nes públicas.

Las polémicas acerca de su uso no han cesado desde entonces y sólo el empuje del partido de la Justicia y Desarrollo (AKP), de raíces islamistas, llegado al Gobierno en el 2002, ha conseguido que finalmente en el último decenio el veto se levantara en las universida­des, los colegios y el funcionari­ado. El pasado mes de agosto llegó el permiso para las mujeres policías.

El ejército quedaba como la última institució­n en Turquía que mantenía la puerta cerrada a la posibilida­d de que mujeres con velo contemplar­an salidas profesiona­les castrenses.

Tanto es así que todavía en octubre del 2010, por ejemplo, la cúpula del ejército organizó en el día de la Conmemorac­ión de la República una recepción paralela a la del entonces presidente Abdullah Gül, para así poder evitar a su esposa, Hayrünnisa, puesto que llevaba velo.

 ?? ARIS MESSINIS / AFP ?? Manifestac­ión pro AKP, en julio
ARIS MESSINIS / AFP Manifestac­ión pro AKP, en julio

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain