El Rey reclama colaboración institucional ante Puigdemont
oeFelipe VI y el president mantienen una charla aparte en la cena del Mobile oeEl jefe del Govern y la alcaldesa Colau ofrecen Barcelona al MWC para el futuro
Distendidos.
Pese a la tensión política entre los gobiernos central y catalán, la cena inaugural del Mobile World Congress en Barcelona, con la presencia del Rey y de la vicepresidenta Santamaría, transcurrió con cordialidad.
Armonía en el Palau de la Música. Todos los componentes de la orquesta institucional se acompasaron anoche para dar relieve a la celebración del Mobile Word Congress (MWC) ofreciendo una melodía afinada y una imagen de unidad en la cena inaugural que presidió el Rey, con asistencia de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Saénz de Santamaría y el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont. La cordialidad entre los representantes institucionales marcó una velada que incluyó un breve aparte entre el jefe del Estado y el presidente de la Generalitat y la afirmación del monarca, durante su discurso, de que la colaboración “leal y generosa” entre las diversas instituciones es una “exigencia ineludible”.
Felipe VI, en su primera visita a Catalunya desde el inicio del 2017, cumplió con su compromiso con el MWC como ha hecho en los últimos cuatro años, el primero como Príncipe y los tres últimos, como Rey. La cena inaugural, que convoca a autoridades y empresarios vinculados al mundo digital, se celebró en el Palau de la Música, cuya platea se cubrió con tarimas para albergar las mesas, mientras en el escenario los oradores centraban sus palabras en la importancia de la celebración del congreso para Catalunya y para España. Fue el Rey el único que transcendió al hecho puntual para utilizar el MWC como ejemplo de “una intensa tarea de cooperación y coordinación entre instituciones, en este caso el Ayuntamiento de Barcelona, la Generalitat de Catalunya, el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital y los organizadores. Felipe VI aseguró que la colaboración “leal y generosa” entre las diversas instituciones del Estado, además de ser una “exigencia ineludible”, es “la mejor vía para impulsar el crecimiento económico, un mayor conocimiento entre las personas y el progreso y bienestar general de la sociedad.”
Felipe VI pronunció la mayor parte de su discurso en inglés, pero también utilizó el castellano y catalán y fue en este último idioma en el que incluyó las frases dedicados a subrayar la importancia de la colaboración institucional. A juicio del Rey, “el apoyo de todos” hace posible la celebración del MWC, que aporta “prestigio, reputación y reconocimiento a Barcelona, a Catalunya y al conjunto de España”.
“Como españoles”, dijo el Rey, “agradecemos al GSMA haber escogido Barcelona para acoger el foro, que va a reunir durante cuatro días a unas 2.000 empresas para presentar las últimas novedades tecnológicas”.
El presidente de la Generalitat, que tras un saludo en catalán, pronunció su discurso en inglés, avanzó que el Govern aprobará esta semana un nuevo programa para estimular las vocaciones tecnológicas entre los alumnos de enseñanza secundaria. Puidemont presentó ese plan para paliar la falta de trabajadores en este sector y afirmó que se estima que hasta el 2020 la economía europea necesitará 900.000 trabajadores cualificados. Tanto el presidente de la Generalitat, como la alcaldesa Ada Colau, ofrecieron Catalunya y Barcelona, respectivamente, como el mejor espacio en el que seguir celebrando el MWC y se ofrecieron como “agentes y actores activos” de las nuevas tecnologías. En su intervención, también en inglés, Colau destacó que las nuevas tecnologías hacen que, no sólo los negocios se hagan de formas diferente, sino que también haya una nueva forma de entender la economía, la política y la sociedad.
El Rey, que viajó desde Madrid acompañado por la vicepresidenta del Gobierno, fue recibido a las puertas del Palau por el president, la alcaldesa, el ministro Álvaro Nadal y el delegado del Gobierno, Enric Millo. Aunque estaba en la lista de invitados, y el año pasado sí acudió, en esta ocasión la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, no estuvo presente anoche en la cena, a la que acudieron unas ciento cincuenta personas. A las puertas del Palau, se manifestó un grupo de cincuenta personas, que se identificaron como independentistas radicales y profirieron gritos contra la Corona y contra el Rey.
La vicepresidenta del Gobierno acompaña al jefe del Estado en su estancia en Barcelona