Thomas de Maizière
MINISTRO DEL INTERIOR ALEMÁN
La violencia xenófoba en Alemania alcanza niveles preocupantes. Según datos del Ministerio del Interior, el año pasado se registró una media de casi 10 ataques al día contra refugiados o solicitantes de asilo, con un total de 560 heridos.
VIOLENCIA DE ULTRADERECHA Hubo 3.533 agresiones a solicitantes de asilo y albergues, con 560 heridos, 43 niños
La violencia xenófoba en Alemania es un goteo diario. El año pasado se produjeron casi diez ataques al día contra refugiados o solicitantes de asilo, según datos del Ministerio del Interior alemán.
Las fuerzas de seguridad registraron un total de 3.533 agresiones a migrantes y albergues de asilo, en las que fueron heridas 560 personas, incluidos 43 niños.
El Ministerio hizo públicos estos datos en una respuesta escrita a una pregunta parlamentaria del partido Die Linke (La Izquierda), difundida ayer por el grupo mediático Funke. En el texto, el Gobierno expresa su “firme condena” de la violencia. “Las personas que huyen de su país y piden protección a Alemania tienen derecho a esperar un refugio seguro”.
La decisión de la canciller Angela Merkel de abrir las fronteras a la gente que huye de la guerra y la persecución ha polarizado Alemania y dado alas al partido populista xenófobo AfD. Todo indica que la inmigración será uno de los grandes temas de las elecciones legislativas de septiembre.
Alemania fue el país europeo que más solicitantes de asilo recibió –890.000– en el pico de la crisis migratoria del 2015. En el 2016, la cifra descendió bruscamente hasta 280.000, como consecuencia del cierre de la ruta de los Balcanes tras el polémico acuerdo entre la UE y Turquía.
Según las estadísticas, de los 3.533 ataques a migrantes registrados, dos tercios (2.545) se produjeron contra individuos, fuera de los centros de acogida. El dato no puede compararse con años anteriores, ya que es el primero en que este tipo de agresiones se contabilizan de forma separada.
Por otra parte, hubo 988 ataques contra albergues y centros de asilo, una cifra ligeramente inferior a la del 2015 (1.031) pero muy por encima de los 199 ataques registrados en el 2014.
La diputada de Die Linke Ulla Jelpke acusó al Gobierno de fomentar la impresión de que los refugiados son una amenaza para la seguridad nacional, cuando la verdadera amenaza es la ultraderecha. “¿Tiene que morir gente antes de que la violencia de extrema derecha se considere un problema central de seguridad interior y se considere una prioridad?”, dijo en declaraciones al grupo Funke. “Los nazis están amenazando a los refugiados y por lo tanto a nuestra democracia”.