La Vanguardia

Remontada con polémica

La salida de Isco y un penalti inexistent­e reactivan al Madrid, que salva el liderato tras ir perdiendo por dos goles

- CARLOS NOVO Madrid

El Madrid salvó el liderato al remontar en la media hora final dos goles de desventaja en un arranque de furia liderado por Isco en el centro del campo y secundado por una decisión arbitral que dará mucho que hablar. La sustitució­n de Casemiro por el malagueño resultó clave porque durante la primera hora de juego el Madrid jugó muy mal y estuvo a merced de un excelente Villarreal. La victoria llegó con polémica por el empate del Madrid en un penalti por mano de Bruno que el Villarreal protestó muchísimo al entender, con razón, que la mano fue involuntar­ia. La acción terminó en gol de Cristiano, expulsión del técnico Fran Escribá y amarilla a Soldado, que también estaba en el banquillo.

El partido significó el regreso de la BBC al Madrid de inicio, lo que no ocurría desde comienzos de noviembre. Bale había jugado dos ratos en los dos últimos partidos pero ya había advertido Zidane que por primera vez lo veía al cien por cien. No estuvo mal el galés, pero tampoco resultó decisivo. Desde luego quien tuvo un partido de lo más desdichado fue Benzema que desde el duelo ante el Nápoles no ha dado una a derechas. En Vila-real tuvo dos ocasiones muy claras y no pudo rematar bien ninguna.

La primera parte fue claramente del Villarreal, que en algunas fases dio un auténtico baño al Madrid, que tuvo una puesta en escena un tanto apática, impropia de un equipo que se estaba jugando la Liga. Todo el juego en esa primera fase estuvo en los pies de los talentosos centrocamp­istas del Villarreal, Bruno y Trigueros, grandes administra­dores del balón. El Madrid aguantó por las paradas de Keylor, al que Zidane concedió la titularida­d en contra de todo el madridismo. El partido del costarrice­nse le dio la razón.

Si en la primera parte el Madrid había estado regular, el comienzo de la segunda fue lo más parecido a lo que se vio en Mestalla. El Villarreal, que hasta entonces había estado cerca del gol, se encontró con dos en seis minutos. El primero fue obra de Trigueros, un chutazo colocado ante el que no pudo hacer nada Navas. El segundo vino en un pase profundo de Bruno a Bakambu, en posición dudosa. El delantero se deshizo de Ramos, que le defendió tan mal como Varane a Zaza en Valencia, y el delantero superó en su remate a un vendido Keylor.

Como en Mestalla, el Madrid se encontraba otra vez dos goles atrás, una circunstan­cia que no había vivido antes en toda la temporada. Sólo que en El Madrigal le quedaba mucho menos tiempo para reaccionar. Esta vez acertó Zidane de pleno. Quitó a Casemiro y dio entrada a Isco. Su equipo ya no necesitaba un medio centro de corte defensivo sino alguien que agitara las líneas, que encontrara espacios en las cercanías del área de Andrés Fernández, sustituto de lesionado Asenjo antes del receso. En la última media hora, viendo al Barcelona líder, el Madrid apretó de firme, favorecido también por el repliegue de un Villarreal cansado.

El 2-1 llegó a los 64 minutos en un buen centro de Carvajal, otro más, y un cabezazo de Bale superando a los defensores en su salto. El gol metió al Madrid en el partido y puso al submarino de los nervios. Ya no pudo triangular ni dar salida al balón sino que se atrincheró en su área dejando que pasaran los minutos.

En ese estado de cosas es muy difícil aguantar a un Madrid lanzado y crecido. A los 74 minutos llegó la jugada que encendió al Villarreal, el penalti por mano que todo el estadio menos el Madrid y Gil Manzano vio involuntar­ia. Acabado el partido, Bruno se quejó de la misma: “Me ha dado el balón. No me puedo cortar el brazo”. Lanzó Cristiano y empató el Madrid.

A partir de ahí quedaba un cuarto de hora pero ya parecía que el partido viraba de forma clara para los visitantes. A falta de siete minutos Marcelo puso un gran centro y Morata, que había entrado momentos antes por Benzema, finiquitó la jugada con un excelente cabezazo que le pasó a Andrés por debajo del cuerpo. Aún fallaría otro Morata a puerta vacía. El Madrid sufrió, pero salió vivo.

UN ERROR DECISIVO Gil Manzano señaló pena máxima por una mano de Bruno en el área que fue claramente involuntar­ia

TITULAR Y GOLEADOR Bale volvió a ser titular tras su lesión de noviembre y como ante el Espanyol volvió a marcar

 ?? BIEL ALINO / AFP ?? Los jugadores del Villarreal rodean al árbitro del encuentro, Gil Manzano, tras la señalizaci­ón del polémico penalti que facilitó la reacción blanca
BIEL ALINO / AFP Los jugadores del Villarreal rodean al árbitro del encuentro, Gil Manzano, tras la señalizaci­ón del polémico penalti que facilitó la reacción blanca

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain