Unidos por el Mobile.
El president espera que el “sabio consejo” sea atendido por el PP
La inauguración del MWC propició escenas de distensión, como esta entre Soraya Sáenz de Santamaría y Oriol Junqueras en presencia del Rey.
LA VANGUARDIA Carles Puigdemont ha aprovechado el último mensaje del rey Felipe VI para devolver la pelota al tejado del Gobierno español. La afirmación realizada por el monarca el domingo por la noche en Barcelona, en el marco de la cena con motivo del Mobile World Congress (MWC), en el sentido de que la colaboración “leal y generosa” entre las diversas instituciones es una “exigencia ineludible”, la utilizó ayer el presidente de la Generalitat para instar al Gabinete de Mariano Rajoy a tomar nota de la reflexión y ponerla en práctica. “Me parece absolutamente oportuno y espero que quien tenga que tomar buena nota lo haya hecho”, subrayó, convencido de que la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría y el ministro de Energía, Álvaro Nadal –presentes en la cena–, “tomaron buena nota de este sabio consejo”.
“Es lo que pedimos y es lo que echamos en falta”, lamentó el jefe del Govern en declaraciones a la prensa después del recorrido inaugural del MWC. “Esperamos que todos estos problemas que tenemos de falta de colaboración, que no es de ahora, sino que es histórica, se resuelvan”, porque “los países deben colaborar entre ellos” y “la colaboración entre gobiernos y países es la base del desarrollo y del beneficio de los ciudadanos”, remachó el presidente de la Generalitat, que puso el MWC precisamente como “ejemplo de que cuando las administraciones y los sectores privados cooperan el resultado es positivo”.
Carles Puigdemont, en este con- texto, remarcó el carácter de Catalunya como “nación digital y nación tecnológica” y reivindicó más competencias para la Generalitat en esta materia, pero el ministro de Energía lo desestimó al recordarle que “la mayoría de competencias en el ámbito digital ya son europeas”. Y en relación a los encuentros derivados de la doble coincidencia con el rey Felipe VI, ayer y el domingo, los calificó de cordiales, con una actitud “receptiva y de normalidad”.
La inauguración del MWC, más allá de las declaraciones políticas, y a pesar del evidente escenario de confrontación que existe entre los gobiernos catalán y español, deparó una imagen de extrema cordialidad, e incluso complicidad, entre dos de sus miembros: Soraya Sáenz de Santamaría y Oriol Junqueras. En el momento de tomar una de las fotos de familia, la vicepresidenta española quedó detrás de dos personas de altura como el Rey y el vicepresidente catalán, ubicación que este se apresuró a corregir resituándola delante y colocando las manos sobre sus hombros, a lo que la número dos del gabinete de Mariano Rajoy correspondió con una amplia sonrisa, ante la atenta mirada del resto de dirigentes políticos presentes. Todo un gesto sujeto a interpretaciones diversas.