La última fechoría de Bonnie and Clyde
Ala actriz Sonia Braga se le atribuye la siguiente frase: “Ir a Hollywood y no acostarse con Warren Beatty era como ir al Vaticano y no visitar al Papa”. La revista Vanity Fair llegó a escribir que la cama de Beatty fue durante tres décadas una versión mullida del paseo de la Fama. Su biógrafo Peter Biskind se atrevió a dar la cifra de mujeres con la que se había acostado: 12.775. No es de extrañar que el protagonista de Esplendor en la hierba se hiciera un lío con su agenda y que más de una vez se confundiera con sus amantes. En una ocasión declaró que intentaba no mencionarlas por su nombre para evitar equivocarse. Sin embargo, el desconcierto mayor de su carrera le sobrevino durante la gala de los Oscars, cuando abrió el sobre con el título de la película ganadora y vio que algo extraño ocurría porque apareció el nombre de Emma Stone por La La
Land en la cartulina. Como siempre fue prudente con los nombres femeninos, dibujó una sonrisa en su rostro y le pasó la tarjeta a Faye Dunaway, que dio el nombre del musical de Damien Chazelle como vencedor. A partir de aquí, el escenario se llenó de protagonistas de la película hasta que uno de sus productores cogió el micrófono para aclarar el error: el Oscar era para Moonlight. Beatty puso el mismo rostro que el día que mentó a una de sus compañeras de tálamo con el nombre de otra. La gala de este año, que parecía programada para amargar la noche a Donald Trump por las muchas referencias críticas a sus políticas, terminó siendo un fiasco para la organización de una de las retransmisiones más seguidas del planeta.
La consultora PricewaterhouseCoopers, que controla las papeletas del jurado, ha abierto una investigación, aunque aseguran que el actor cogió el sobre equivocado. Beatty y Dunaway fueron la pareja elegida para cerrar la noche en homenaje a los 50 años del estreno de
Bonnie and Clyde. El resultado pareció su última fechoría.