La venganza de Jesús Gil
Roig insinúa sobornos al árbitro y este reabre el acta para denunciar insultos
Hasta que Warren Beatty y Faye Dunaway entregaron un premio a quien no correspondía en la gala de los Oscars, el mayor error del fin de semana correspondía a Jesús Gil Manzano, el árbitro que patrocinó la remontada del Real Madrid en Vilareal al decretar penalti en una mano involuntaria de Bruno. El patinazo en la ceremonia de los premios de Hollywood quedó subsanado en cuestión de minutos y de manera más o menos elegante, pero la pifia de El Madrigal, que influyó en el desenlace del partido y quizá en el del campeonato, produce secuelas merecedoras de un Oscar al esperpento. Profundamente indignado, el presidente del Villarreal, Fernando Roig, reveló que el colegiado extremeño salió del estadio con regalos del Madrid, a lo que el trencilla replicó abriendo el acta del partido para añadir que se encontró un papel con un insulto en el parabrisas del coche: “LADRONES”. Así, en mayúsculas.
No es un buen año para Jesús Gil, el español más precoz en convertirse en árbitro internacional, a finales del 2013, con 29 años; el más joven en pitar un clásico, a la edad de 30 años, el 25 de octubre del 2014 en el Bernabeu. Debutaba Luis Suárez con el Barcelona, que se adelantó en el marcador con un gol de Neymar, pero un penalti por mano de Piqué –más imprudente que voluntaria– inauguró la reacción blanca hasta el 3-1 final. No parece el momento más indicado para el regreso del juez de Don Benito (Badajoz) al Camp Nou, pero es el designado para dirigir el Barça-Celta del próximo sábado. Producto de su último paso por Barcelona, el pasado día 8, Luis Suárez –a quien Gil había invalidado un gol legal pocos días antes frente al Athletic– causará baja en la final de Copa. Fue expulsado con dos amarillas en tres minutos y el colegiado relató que el delantero permaneció en el túnel en lugar de retirarse al vestuario, con lo que la sanción se incrementó hasta dos partidos. Fue el correctivo arbitral por los reproches del uruguayo al final del partido: “Me río porque parece que la expulsión era lo que quería el árbitro. Ni siquiera es falta la segunda amarilla, por eso espero que apelemos y que pueda jugar la final. Ya sabemos como va esto. Se veía venir lo que querían hacerme”.
El domingo los colegiados salieron del estadio del Villarreal con bolsas del Madrid, denunció Fernando Roig en la Cope. “Han ido a despedirse el míster y el delegado arbitral y en una mano dándole la mano y en la otra mano con una bolsa del Real Madrid. A nuestro míster no le ha gustado esa situación”, explicó el presidente groguet. “Esto no está bien, me parece a mí”, añadió, y sembró la duda del soborno: “Me ha llamado la atención, no sé lo que llevarían dentro de esas bolsas”. No eran fajos de billetes como gratificación por la gentil actuación de Gil Manzano. Según el club blanco, es su costumbre obsequiar a los árbitros en los desplazamientos con un lote de regalos que no supera los 30 euros: bolígrafos, pins, llaveros... No son muchos los equipos visitantes que practican esta cortesía.
Poco después de la intervención de Roig en la tertulia radiofónica, a la 1.30 de la madrugada, el árbitro decidió crear un anexo en el acta. Es una práctica reglada, pero bastante excepcional. En este caso desprende aroma de la venganza: “Una vez entregadas las actas del partido fuimos acompañados por personal de seguridad al parking donde teníamos estacionados nuestros vehículos, el cual es una zona controlada y dentro del recinto del estadio, encontrando un papel en el parabrisas de dos de nuestros vehículos en los que ponía escrito a mano “LADRONES”. Este hecho se le comunicó al delegado de campo, desconociendo el autor de los mismos”.
Los hechos, un embrollo colosal y de nuevo la sospecha sobre la limpieza y la competencia de la competición, no concilian con uno de los objetivos perseguidos por Gil Manzano: “Pasar desapercibido”. Pero los perseguidos serán Roig y Gerard Piqué, que comparó en un tuit varios arbitrajes a Madrid y Barça. Según varios medios, el Comité Técnico de Árbitros los denunciará ante Competición. Será la tercera vez para el futbolista esta temporada.
UN REGRESO INOPORTUNO En su última visita al Camp Nou Gil Manzano expulsó a Suárez; el sábado volverá a arbitrar